BEIJING.- El día de Navidad, Beijing se levantó bajo una inmensa capa blanca, no de nieve sino de contaminación, lo que provocó la cancelación de más de 500 vuelos nacionales e internacionales, según el aeropuerto principal.
El aeródromo, el segundo con más tráfico del mundo con un volumen de 86 millones de pasajeros anuales, informó la suspensión de cientos de viajes y de retrasos considerables o desvíos en otros de ellos debido a las complicaciones para despegar y aterrizar, según consigna el diario El País.
La nula visibilidad causada por un nuevo episodio de contaminación atmosférica también llevó a que la circulación fuera interrumpida en algunas carreteras periféricas.
La espesa niebla implica riesgo 25 veces superior a los límites recomendados. La concentración de partículas de 2,5 micras de diámetro (PM 2,5), especialmente peligrosas porque penetran profundamente en los pulmones, alcanzó el viernes los 620 microgramos por m3, según los informes de la embajada estadounidense.
Es decir, muy por encima del umbral máximo de 25 microgramos recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una exposición de 24 horas.
Ante este escenario, la oficina meteorológica municipal declaró para Navidad una alerta naranja, nivel que exige a las fábricas reducir sus emisiones contaminantes y que ordena a las escuelas suspender sus actividades en el exterior.
La contaminación se intensificó a causa de la enorme utilización de carbón para la producción de electricidad durante el invierno y por las emisiones nocivas de las regiones industriales que rodean Beijing.
El ayuntamiento de Beijing decretó la "alerta roja" por contaminación por primera vez a principios de diciembre, antes de reiterarla la semana pasada.