TOKIO.- La asociación de residentes coreanos de Japón ligada al régimen de Kim Jong-un condenó este martes con dureza el acuerdo alcanzado en la víspera por Tokio y Seúl para poner fin a la disputa en torno a las llamadas esclavas sexuales.
"Esclavas sexuales" es el nombre que reciben los miles de mujeres -se calcula que unas 200.000, principalmente chinas y coreanas- que fueron obligadas a prostituirse por el Ejército Imperial japonés antes y durante la II Guerra Mundial.
En un editorial publicado en el diario Chosun Sinbo, cabecera ligada a la a la asociación pronorcoreana "Chongryon", se calificó el acuerdo de "humillante".
"Chongryon" es una asociación de coreanos "zainichi", aquellos cuya ascendencia llegó a Japón en la era del dominio colonial japonés sobre la península coreana (1910-1945), que mantiene lazos directos con el Gobierno de Pyongyang.
"Para Corea del Sur, no hay vía diplomática más humillante que alcanzar este acuerdo con Japón. Corea del Sur considera que (con el acuerdo) el problema ya queda final e irreversiblemente resuelto, a pesar de que Japón no ha aceptado su responsabilidad legal en el asunto", reza el artículo.
El acuerdo logrado en la víspera entre Tokio y Seúl implica que Japón aportará 8,3 millones de dólares a un fondo de compensación para "honrar y restaurar la dignidad" de aquellas surcoreanas que fueron esclavizadas.
La decisión y las disculpas expresadas suponen un importante giro en política exterior para el Gobierno Abe, que ha sido criticado por defender posturas revisionistas sobre el colonialismo nipón en Asia oriental.
Por su parte, el régimen de Pyongyang aseguró en varias ocasiones que en Corea del Norte también hay víctimas de este programa de captación de esclavas sexuales y que Japón debe reconocer su responsabilidad "como Estado" en el asunto.
En ese sentido, el artículo volvió a insistir en que Tokio debería reconocer sus "horribles crímenes" y resolver el asunto de una manera que resulte satisfactoria "para todos los coreanos".