Aylan murió junto con su hermano Galip de cinco años y a su madre, Rehana, cuando la embarcación en la que viajaban se volcó el pasado 2 de septiembre.
AFP (archivo)
SANTIAGO.- Tras casi cuatro meses de la muerte que simbolizó la crisis migratoria, los familiares del pequeño sirio Aylan Kurdi, fotografiado sin vida en las costas de Turquía, llegaron este lunes a Canadá en su calidad de refugiados.
Mohammed Kurdi, tío de Aylan, llegó hasta Vancouver junto a su esposa Ghousun y a sus tres hijos, donde fueron recibidos por su hermana Tima asentada en dicha localidad desde 1992.
Sin embargo, Abdala Kurdi, el padre del pequeño y quien fue el único sobreviviente de la familia tras el fatídico viaje, decidió quedarse en Kurdistán, donde enterró a su familia.
"Gracias a los canadienses y gracias a nuestro primer ministro Trudeau por abrir la puerta y mostrar al mundo cómo todos deberían recibir a los refugiados y salvar vidas", declaró Tima Kurdi.
La foto del cuerpo del niño de tres años tendido en la arena estremeció al mundo a finales de septiembre y mostró lo peor de la crisis migratoria que afecta a Europa.
En Canadá, el suceso desató la polémica en plena campaña para las elecciones legislativas, provocando que el debate se centrara en decidir cuál era la mejor forma de recibir a los refugiados.
La administración canadiense fue acusada de haber rechazado la demanda de asilo de la familia de Aylan, lo que la obligó a salir a aclarar que no había recibido tal solicitud.
Tima Kurdi admitió que su petición como residente canadiense se tramitó para la familia de Mohammed, pero no para la de Abdala, por falta de financiamiento. Ante ello, la familia del pequeño de tres años decidió emprender el viaje por el mar y así llegar a Europa.
Aylan murió junto con su hermano Galip de cinco años y a su madre, Rehana, cuando la embarcación en la que viajaban se volcó entre Turquía y la isla griega de Cos.
"Mi mensaje es que quisiera que todo el mundo abra sus puertas a los sirios. Si alguien le cierra las puertas en la cara a otra persona es muy difícil. Cuando abren una puerta ya nadie se siente humillado", dijo Abdala en un
mensaje difundido para las fiestas de fin de año.
Se espera la llegada de 25.000 sirios a Canadá antes de finales de febrero, las mayoría apadrinados por familiares y organizaciones de caridad.