ST. LOUIS.- Mientras ríos y arroyos alcanzan niveles altos no visos en casi un cuarto de siglo, funcionarios en Missouri e Illinois, en EE.UU., ayudaban el miércoles a residentes a llegar a terrenos más altos entre temores de que las ya terribles condiciones pudieran empeorar conforme el agua comience a superar los diques federales que protegen comunidades y campos agrícolas.
En Eureka, al oeste de St. Louis, los bomberos y sus embarcaciones están muy solicitados desde el martes, realizando cerca de 40 rescates de personas en sus casas, negocios o vehículos. Imágenes de noticieros de televisión mostraron el miércoles al menos una casa de la zona flotando en la crecida, cuando bomberos rescataron en un bote a un hombre y un perro mientras el agua llegaba a las salientes del borde inferior del techo de la casa donde estuvieron atrapados durante una noche.
"Nuestras cuadrillas están siendo enviadas ahora a otro rescate", dijo a media tarde Scott Barthelmass, un vocero del Distrito de Protección de Incendios de Eureka, mientras se desbordaba el río Meramec. "Pienso que están viendo gente que está desesperada o impaciente, colocándose en predicamentos".
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos anunció el miércoles que los nueve diques han sido sobrepasados por el agua. La mayoría de esas barreras en el este fueron creadas para proteger terreno agrícola, y no áreas pobladas, y otra estaba a lo largo de la ahora desierta (y artificial) Isla Chouteau, cerca de St. Louis, en el tramo del río Mississippi en Illinois.
Casi una decena de diques más estaban en riesgo de un "posible peligro significativo" la tarde del miércoles, pero la gente evacuaba el lugar sólo por si acaso. Michael Pennise, alcalde de Valley Park, suburbio de St. Louis, ordenó evacuaciones obligatorias para entre 350 y 400 casas y decenas de negocios en la zona de la localidad próxima al río Meramec, que está creciendo rápidamente.
Al menos 20 muertes ocurridas en los últimos días en Missouri e Illinois fueron atribuidas a las inundaciones, en su mayoría por vehículos que quedaron atrapados en carreteras cubiertas de agua. Al menos dos personas seguían desaparecidas el miércoles.