BRASILIA.- La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, admitió hoy que 2015 fue "un año difícil" para los brasileños, pero dijo ser "optimista" de cara al año que comienza.
"Sé que tuvimos un año difícil, pero estoy optimista con 2016", escribió la mandataria en su cuenta en Twitter.
"Creo en la fuerza de nuestro pueblo y en la agenda que trazamos para Brasil. Feliz 2016", añadió, y recordó que el año que entra será "importante para Brasil" porque Río de Janeiro será sede de los primeros Juegos Olímpicos que se realizarán en Sudamérica y el país recibirá "gente de todo el mundo".
"Les deseo a los brasileños y brasileñas un feliz 2016, con esperanza renovada de un Brasil justo en el camino correcto para un futuro mejor!", completó la ex guerrillera, que enfrenta un proceso en el Congreso que puede derivar en su destitución.
La política del Partido de los Trabajadores (PT), que mañana completa un año de su segundo Gobierno, está acusada por quienes piden su destitución de haber violado la Ley de Resposabilidad Fiscal al realizar maniobras contables con el fin de maquillar los resultados financieros de 2014.
El proceso en su contra viene acompañado de una grave crisis económica, con estancamiento del crecimiento y aumento del desempleo y de la inflación, y de las explosivas revelaciones sobre el escándalo de corrupción en Petrobras, que involucran a políticos oficialistas, ex ministros y dirigentes del partido de Gobierno.