SANTIAGO.- En Colonia, la tercera ciudad más grande de Alemania, 121 mujeres denunciaron haber sido acosadas, robadas y agredidas sexualmente por un grupo de 20 ó 30 hombres en la noche de la víspera de Año Nuevo. Otras tres afirmaron haber sido violadas.
Éste es el
extraño caso de los cerca de mil hombres que conformaron los grupos que abordaron a mujeres la noche del 31 de diciembre, que ha remecido a Alemania y preocupado a sus autoridades.
Un suceso que, según la policía, responde a un nuevo tipo de crimen organizado y comportamiento delictivo, pues también se presenció en otras tres ciudades alemanas: Hamburgo, Stuttgart y Düsseldorf.
Sin embargo, lo que más preocupa a la Canciller alemana, Angela Merkel, es lo que el atípico acto dejó en su mesa: críticas al deficiente actuar de los agentes de seguridad y un incremento en el rechazo a su política migratoria.
De apariencia migrante
Según las primeras informaciones de la policía, los cerca de mil hombres que participaron en los acosos masivos tenían entre 18 y 35 años y por su apariencia eran "del norte de África o de países árabes".
Tales afirmaciones salpicaron directo a Merkel por su defensa del recibimiento de refugiados en el país, lo que ha sido utilizado a favor de grupos de ultraderecha que se oponen a ella, como los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).
Pero, incluso, miembros del mismo partido al que pertenece la Canciller, la Unión Cristiana Democrática (CDU), enfatizaron en la necesidad de endurecer las medidas migratorias tras los ataques. "Se necesita urgentemente: reducir el flujo, asegurar las fronteras, intensificar las deportaciones y justicia significativa", escribió en Twitter el diputado de la CDU, Stephen Bilger.
A raíz de estos delitos, el
Gobierno alemán estudia la posibilidad de modificar la legislación vigente para poder expulsar a sus países de origen a los refugiados que sean condenados. Hasta este viernes, según un portavoz del Ministerio federal del Interior, la policía investiga a
31 "sospechosos". De ellos, 18 corresponden a demandantes de asilo que son acusados de agresiones y robos en Colonia.
Otras autoridades han llamado a no generalizar, recordando que el año pasado Alemania recibió 1,1 millones de refugiados, según la cifra más reciente del ministerio del Interior publicada por la BBC.
Sin personal policial
Que los incidentes hayan sucedido en el centro de la ciudad, en torno a la estación central de trenes, en un momento en el que la presencia policial en las calles es mayor que en otras épocas, ha generado indignación y duras críticas en contra del aparato de seguridad regional de Colonia.
En un comienzo, las informaciones policiales aseguraban que las denuncias habían llegado días más tarde, pero que esa misma noche la plaza había sido desalojada ante algunos disturbios. El jefe de la policía, que rechaza las críticas y las peticiones de dimisión, negó estar sobrepasado por la situación.
No obstante, según un informe interno de la investigación filtrado este jueves, la policía alemana fue informada a tiempo sobre las agresiones recibidas durante Año Nuevo. No obstante, la
falta de personal les impidió controlar al millar de hombres que "en fuerte estado de embriaguez" atacaron a mujeres con y sin acompañantes que se preparaban para dar la bienvenida al 2016.
"Eran sencillamente demasiados al mismo tiempo", se escribió en el documento. Además, de acuerdo a la descripción, los agentes temieron incluso que hubiera muertos en los altercados.
Pero las críticas del ministro federal del Interior, Thomas de Maizière, fueron las que más resonaron. "No puede ser que se desalojara la plaza de la estación y que después tuvieran lugar los sucesos. La policía no puede trabajar así", dijo.
Actualmente, los investigadores revisan las imágenes del circuito cerrado de aquella madrugada y los videos que grabaron los testigos. Así se podrá identificar la presencia y el actuar de los responsables del crimen masivo, pues si no, no habrá forma de acusarlos.
