Manifestantes despliegan cartel que lee "Nadie es ilegal" frente a policías alemanes.
EFE
BERLÍN.- La ciudad alemana de Colonia vive hoy una jornada de tensión por la celebración simultánea de una marcha organizada por el grupo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) y la ultraderechista "Pro Köln" tras
los sucesos de la noche de Año Nuevo y de una contramanifestación de izquierdas.
"El ambiente está cargado de emociones. Las fuerzas de seguridad separan ambos grupos", informó la policía local en un comunicado sin ofrecer cifras de participación de las dos marchas, aunque los medios locales hablan ya de un millar de ultraderechistas y más de 1.300 personas en la concentración "antifascista".
Alrededor de 1.700 agentes, con material antidisturbios, integran el dispositivo policial desplegado en la ciudad para evitar incidentes y enfrentamientos.
Antes de comenzar las dos manifestaciones, un millar de mujeres se concentraron contra el racismo y el sexismo en las escaleras de la emblemática catedral de Colonia, frente a la plaza de la estación de tren en la que se registraron decenas de agresiones sexuales durante las celebraciones de Año Nuevo.
La alerta desencadenada por los sucesos de la última noche del año han desatado un serio debate en Alemania, enturbiado tras conocerse que entre los identificados por la policía había solicitantes de asilo.
La canciller, Angela Merkel,
defendió hoy las propuestas de su partido para excluir del derecho de asilo a los refugiados condenados también con penas menores porque, aseguró, no basta responder a los graves sucesos de Colonia con palabras y los ciudadanos exigen "hechos".