SANTIAGO.- En un
encuentro en el Hotel Belvedere de Davos, el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, y el Primer Ministro británico, David Cameron, se reunieron para abarcar, entre otros temas, uno especialmente conflictivo para ambos países: las Islas Falkland o Islas Malvinas.
A pesar de que el encuentro fue valorado por ambas partes, también defendieron su soberanía sobre las tierras que disputan desde hace 33 años. El conflicto que se remonta a 1833, cuando Gran Bretaña invadió el territorio que había sido reclamado hasta entonces por el país trasandino, continúa activo.
Los pequeños archipiélagos situados a 400 kilómetros al sur del país vecino, en el océano Atlántico, desataron un conflicto en 1982 cuando Argentina era liderada por la "agonizante" junta militar del general Leopoldo Galtieri y el Reino Unido contaba con la cada vez menos popular Margaret Thatcher.
La guerra que, según algunos analistas, se desató como una maniobra del gobierno militar argentino para mejorar su imagen, comenzó con el arribo de tropas trasandinas en las islas y finalizó con el contraataque de la dama de hierro, apoyada por Estados Unidos.
El enfrentamiento dejó 649 muertos, 1.300 heridos, un liderazgo aún más decaído en Argentina y a Thatcher con una aprobación que le valió la posterior reelección.
Por qué son importantes
Desde entonces, los conflictos no han cesado y la causa se transformó en un objetivo nacional para el país vecino.
La importancia de estas islas en las que viven cerca de 3.140 habitantes, está en su ubicación estratégica y recursos petrolíferos. Su privilegiada posición en el Atlántico Sur permite tener una proyección geopolítica en la Antártica. Asimismo, cuenta con yacimientos de petróleo y gas, además de una gran actividad pesquera.
La extracción de petróleo causó la furia de la ex Presidenta Cristina Fernández, quien tildó de "provocación" el anuncio del Reino Unido en abril de 2015 sobre la exploración de cinco empresas petroleras en la zona, tres de ellas británicas. Además, Fernández denunció el aumento en el gasto militar de las islas ese mismo año, ante una supuesta "amenaza argentina" en la zona.
Ambas polémicas aumentaron las tensiones entre los dos países e incrementaron la aspiración argentina de establecer discusiones sobre el tema que el Reino Unido considera cerrado.
Falkland y el "Sí"
Actualmente, en las denominadas Islas Falkland o Malvinas, conviven ciudadanos de cerca de 40 naciones diferentes. Gran parte de ellos son de nacionalidad británica, el idioma oficial es el inglés y el cristianismo es la religión predominante.
Es uno de los pocos territorios considerado no autónomo por la ONU, pues su defensa y relaciones exteriores dependen del Reino Unido. Cuentan con un gobernante británico y le deben devoción a la Reina Isabel II.
En 2013, las islas Falkland o Malvinas pudieron optar a través de un diferendo su postura sobre la disputa territorial. El Gobierno de las islas convocó a un plebiscito el 10 y 11 de marzo de ese año, al que acudieron el 92% de los votantes y diez observadores de distintos países.
Tras el recuento de votos realizado en la administración de la principal zona, Puerto Stanley, se afirmó que el 99,8% de quienes concurrieron a las urnas estuvo a favor del "Sí". Esto quiere decir, que casi la totalidad de los electores expresó su deseo de continuar dependiendo del Reino Unido. Sin embargo, el Gobierno argentino recalcó que el resultado no sería aceptado y que incluso sería considerado ilegal.
Con la reunión entre Macri y Cameron en Davos, en el marco del Foro Mundial Económico, las conversaciones dan un gran salto hacia adelante, reactivando las relaciones desgastadas entre los dos países por un conflicto que, al parecer, seguirá en la agenda.