QUITO.- En medio de un agradable clima y justo en plena mitad del mundo, los 33 jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac) comenzaron a llegar temprano al edificio de la Unasur en la capital de Ecuador, para participar de la cuarta cumbre del bloque, la cual se desarrollará bajo un tenso clima político y económico regional.
No obstante, la llegada de los líderes fue protagonizada por un carismático y afectuoso Rafael Correa, el Presidente ecuatoriano que junto a un grupo de músicos y bailarines andinos fue saludando a sus invitados para hacerlos pasar al salón principal del edificio Néstor Kirchner, denominado así en honor al ex Mandatario argentino.
Salvador Allende, presente
Tras ello, el jefe de Estado entregó un extenso discurso de 26 minutos, en el cual partió reconociendo y lamentando que los cinco ejes establecidos en la cumbre anterior de Costa Rica no se pudieron concretar debido a diferencias entre los países miembros de la instancia.
Así, hizo un fuerte llamado a sus pares para recuperar la capacidad de crecimiento de la región, con la mirada puesta en la defensa de la soberanía y los recursos naturales de los países. En ese contexto, recordó al ex Presidente Salvador Allende. "Él decía que el cobre es el pan de Chile, que unos cuantos fundamentalistas con sus ONG extranjeras no nos roben ese pan", destacó.
Frío saludo con Evo
Luego de escuchar el discurso de Correa, la Presidenta Michelle Bachelet se dirigió hacia el lugar designado para la foto oficial, en la explanada del monumento Mitad del Mundo. Ahí, se le vio sonriente junto a unos niños ecuatorianos que participaron del momento y conversando animadamente con su par de Brasil, Dilma Rousseff.
Una vez que se tomó la fotografía, la Mandataria tuvo un breve y frío saludo con su par boliviano, Evo Morales, quien ha insistido en la dura campaña comunicacional contra Chile por la demanda marítima. A ello, se suma el apoyo que nuestro país le dio a Honduras para presidir la Celac en 2017, en desmedro de la candidatura de La Paz.
Entrada especial para Michetti
Ya desde el domingo el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, marcó la línea que seguiría en caso de que Argentina planteara la necesidad de respetar la democracia y los DD.HH. en la región, en directa alusión a Caracas. Ese día, dijo que no permitiría que su par Mauricio Macri abordara el tema en la cumbre.
Con ese antecedente, y ante la ausencia del líder argentino por razones médicas, la vicepresidenta Gabriela Michetti, ya sabía de antemano las dificultades que tendrá que enfrentar durante el debate en la Celac. Por suerte, su discapacidad no fue problema para su ingreso al edificio Néstor Kirchner, dado que la entrada de la moderna construcción esta rodeado de escalinatas.
Ante ello, personal de la organización tuvo que hacerla ingresar por el costado y no por la entrada principal, aunque igual transitó por la alfombra roja ubicada para los presidentes. No obstante, la organización reconoció la necesidad de contar con un ascensor para minusvalidos a futuro.
Un preocupante incidente
Una vez que los mandatarios bajaron de la tarima de la foto oficial, pasaron cerca del sector habilitado para la prensa. Desde ahí, algunos profesionales de otros países llamaban a los jefes se Estado con la esperanza de obtener alguna impresión de los líderes.
En el lugar, estaba presente un equipo del programa de televisión ecuatoriano de entretención "En Corto", el cual se encontraba entregando flores a los presidentes al más puro estilo "CQC". Tras no tener éxito con Correa, llamaron a Dilma Rousseff y Michelle Bachelet, quienes se acercaron a la baranda de vidrio que separaba ambas partes.
En ese instante, la presión de los periodistas sobre la cerca hizo que el vidrio explotara y se quebrara en pedazos ante la atónita mirada de Dilma y Bachelet, quienes fueron inmediatamente rescatadas por sus equipos de seguridad.
Pese al susto inicial y a que algunos periodistas resultaron con lesiones leves, el Presidente Correa se acercó a Bachelet y le comentó sobre la prensa: "¡Tenían que tumbar algo!", provocando las risas de la Mandataria.