GINEBRA.- Un equipo de la agencia de Derechos Humanos de Naciones Unidas descubrió en las últimas semanas seis casos nuevos de abuso sexual a menores cometidos presuntamente por soldados europeos desplazados a República Centroafricana, informó el máximo responsable del organismo el viernes.
El caso incluye a una niña de 7 años que podría ser la víctima más joven y quien habría realizado actos sexuales a cambio de agua y galletas.
Funcionarios de la ONU entrevistaron a cinco niñas y a un niño que dijeron que sus agresores formaban parte de las operaciones de la Unión Europea y Francia en la zona, dijo la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Hussein.
Los supuestos abusos tuvieron lugar en 2014 cerca de un campo para personas desplazadas por el conflicto, en las proximidades del aeropuerto M'Poko de la capital Bangui. Los casos se conocieron hace apenas algunas semanas, los más recientes en una serie de acusaciones similares que salieron a la luz el año pasado.
Francia, ex colonizador de República Centroafricana, desplegó miles de tropas en el país a finales de 2013 cuando la violencia entre cristianos y musulmanes hizo que miles de personas huyeran de sus casas.
Cinco meses después, la misión de la Unión Africana que comenzó en abril de 2014 fue reemplazada por cascos azules de la ONU, mientras la fuerza de la Unión Europea terminó en marzo del año pasado una misión de 11 meses.
"Estas son acusaciones extremadamente serias y es crucial que estos casos sean investigados meticulosa y urgentemente", dijo Zeid en un comunicado. "Seguiremos dando seguimiento cercano a estos casos y otros donde surjan mientras el equipo de la ONU en el terreno sigue sus investigaciones".
La ONU puede recabar y reportar las acusaciones, pero los países son responsables de procesar a sus propios soldados sobre tales crímenes.
El personal de la ONU entrevistó a una niña de 7 años y a un niño de 9 que dijeron haber sido abusados por tropas en la operación francesa Sangaris. La niña dijo que "hizo sexo oral a soldados franceses a cambio de una botella de agua y una bolsita de galletas", de acuerdo con el comunicado de Zeid.
La semana pasada, Zeid presentó los casos a las autoridades europeas, georgianas y francesas, como se hace con cualquier otro país ante una acusación similar en la que se necesita corroboración adicional.