WASHINGTON.- Un ex empleado de la Comisión Reguladora Nuclear se declaró culpable de crímenes cibernéticos del ámbito federal al admitir que intentó lanzar un ciberataque en contra de computadoras del gobierno federal al enviar correos electrónicos que creía infectados con virus a los empleados de la dependencia.
Charles Harvey Eccleston, quien fue detenido el año pasado en Filipinas y deportado a Estados Unidos para enfrentar los cargos, habrá de recibir sentencia en una audiencia de abril. Los lineamientos de sentencias federales dictan que debe pasar en prisión al menos dos años.
Los fiscales señalan que Eccleston, de 62 años, intentó el año pasado enviar correos infectados a varias cuentas del Departamento de Energía, una técnica en que los ciberpiratas envían correos electrónicos que lucen legítimos a cuentas específicas y que una vez abiertos, esparcen un software maligno a la red de computadoras del receptor.
El vínculo electrónico en este caso -una invitación a una conferencia científica- contenía un programa benigno que fue proporcionado por un agente encubierto del FBI que se hizo pasar como un funcionario extranjero de inteligencia.
El Departamento de Justicia dijo que Eccleston, a quien el FBI señala que alguna vez fue "patriota" pero se molestó cuando perdió su trabajo, esperaba exponer al sistema de cómputo del Departamento de Energía a un virus que extrajera información importante y que pudiera ser de utilidad para un país extranjero.
El plan comenzó en 2013, cuando Eccleston entró a una embajada extranjera en Filipinas, a donde se mudó luego de ser despedido de la Comisión Reguladora Nacional en 2010. Ahí, ofreció a la venta una lista de más de 5.000 direcciones de correo electrónico de empleados del Departamento de Energía a cambio de 18.800 dólares.
Eccleston señaló que en caso de que la embajada se rehusara, podría ofrecerle información "secreta" a Irán, Venezuela o China. La identidad de la embajada a la que Eccleston ingresó no fue revelada en documentos de la corte y permanece como información confidencial, señalaron los fiscales.
La embajada se puso en contacto con el FBI y agentes encubiertos se coordinaron con Eccleston para lanzar el supuesto ciberataque.