WASHINGTON.- El hombre acusado de asesinar al senador Robert F. Kennedy en 1968, el palestino Sirhan Sirhan, vio hoy rechazada su petición de libertad condicional por decimoquinta vez en un juzgado de California, después de 47 años encarcelado y a pesar de que un testigo de los hechos defendió su inocencia.
Sirhan, de 71 años, cumple cadena perpetua por disparar a Kennedy el 5 de junio de 1968, justo después de que hubiera ganado las primarias del Partido Demócrata en California que le convertían en favorito para las presidenciales de ese mismo año, en las que se impuso el republicano Richard Nixon.
Las peticiones de libertad condicional de Sirhan han sido denegadas repetidamente por su negativa a aceptar toda responsabilidad o mostrar arrepentimiento por la muerte de Kennedy.
Pero la audiencia de hoy tuvo algo novedoso, dado que una de las cinco personas que resultaron heridas en el tiroteo, Paul Schrade, testificó en el caso y aseguró que Sirhan no fue quien mató al hermano del expresidente John F. Kennedy.
Schrade, uno de los asesores del senador, afirmó que Sirhan fue quien le disparó a él, pero que hubo otra persona, a la que no supo identificar, que atacó a Kennedy.
"Te perdono por haberme disparado. Debería haber estado aquí hace mucho tiempo y por eso me siento culpable, por no estar aquí para ayudarte y para ayudarme", dijo con la voz temblorosa Schrade, que ahora tiene 91 años, según la cadena de televisión NBC News.
Era la primera vez que ambos se veían desde que Schrade testificó en el juicio inicial en 1969 y éste se disculpó una y otra vez por no haber asistido a ninguna de las otras audiencias sobre la libertad condicional.
La defensa de Sirham sostiene que el inmigrante de origen palestino no recuerda lo sucedido e insiste desde hace años en que hubo un segundo hombre armado en el tiroteo en el Hotel Ambassador de Los Ángeles.
Sirham fue sentenciado a muerte en 1969, pero se conmutó a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional cuando la pena capital fue anulada en California en 1972, durante un breve periodo.
El condenado podrá volver a optar a la libertad condicional dentro de cinco años.