Mujeres bahreiníes protestan durante el aniversario de las revueltas de 2011, inspiradas en la Primavera Árabe.
AFP
MANAMA.- Las autoridades bahreiníes liberaron este martes a cuatro periodistas estadounidenses detenidos el pasado domingo mientras cubrían las manifestaciones por el quinto aniversario de la revolución en ese país.
Según la Fiscalía General, los periodistas están acusados de participar en reuniones ilegales y perturbar el tráfico.
El abogado Mohamed al Yishi dijo que los acusados rechazaron responder al interrogatorio y negaron los cargos.
Además, según Al Yishi, fueron liberados sin fianza, aunque otros abogados, que pidieron el anonimato, defienden que sí tuvieron que pagarla.
Los reporteros fueron detenidos el domingo en la zona de mayoría chiíta de Sitra, al sur de la capital Manama, donde se registraron marchas para conmemorar el aniversario de la revuelta popular que estalló el 14 de febrero de 2011, dentro de la conocida como Primavera Árabe.
Uno de los periodistas fue detenido por la tarde, cuando la policía intervino para dispersar una marcha, mientras que los otros tres fueron arrestados posteriormente, en un puesto de control a la salida de Sitra, que se encuentra en una isla, según testigos.
El equipo de cuatro periodistas "freelance" viajó al país árabe para realizar un trabajo periodístico para el medio digital The Huffington Post.
Por su parte, la policía de Manama emitió el lunes un comunicado en el que informó de la detención de cuatro ciudadanos estadounidenses, entre ellos una mujer.
Según las autoridades, los cuatro realizaron "actos de violencia y de sabotaje" y "agredieron a los miembros de las fuerzas de seguridad".
Asimismo, la policía aseguró que alguno de ellos ejerció la "actividad periodística sin permiso de las autoridades".
Desde 2011, Bahréin ha limitado la libertad de prensa y la entrada de periodistas extranjeros al país, para evitar que se dé voz a la oposición interna, que sigue movilizándose a pesar de la dura represión.
El reino de Bahréin está gobernado por una monarquía sunita, pero la población es mayoritariamente chiíta y encabezó la revuelta frustrada de 2011 para pedir mayores derechos e igualdad.