CHARLESTON.- Donald Trump espera un triunfo, Hillary Clinton una victoria aunque sea ajustada: los electores republicanos de Carolina del Sur y los demócratas de Nevada votan este sábado en las primarias hacia las presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
La jornada podría responder algunas interrogantes en el proceso de primarias, que se prolongan hasta junio y de donde saldrán los candidatos a la Casa Blanca de los partidos demócrata y republicano.
¿Se acelerará la reducción del grupo de candidatos republicanos? Al comienzo llegaron a ser 17, pero ahora solo quedan 6, sobrevivientes de las primarias en Iowa y New Hampshire, los primeros dos estados que se pronunciaron.
El multimillonario Trump sigue a la cabeza de las encuestas, pero le sigue el senador Ted Cruz, el ultraconservador preferido por la derecha cristiana evangélica que venció en Iowa.
La última semana fue de duros ataques luego de que Trump calificara a Cruz de mentiroso en un debate el sábado pasado, luego lo amenazó con una demanda por un anuncio en que decía que el magnate favoreció el derecho al aborto en el pasado, y por último llegó a cruzar críticas con el Papa Francisco.
Si bien Ted Cruz se muestra confiado de que seguirá en la competencia, los restantes candidatos esperan un resultado honorable que justifique seguir con sus campañas: el senador de origen cubano Marco Rubio; el ex gobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Ohio, John Kasich; y el médico retirado Ben Carson.
Rubio, Bush y Kasich tratan de erigirse como la alternativa anti-Trump.
Jeb Bush recibió un impulso en los últimos días, cuando su hermano, el expresidente George W. y su madre, Barbara, hicieron campaña por él.
El moderado John Kasich, en tanto, se ha beneficiado de una cobertura favorable en la prensa por su estilo afable.
Pero los sondeos le dan una ventaja a Marco Rubio, para quien un segundo lugar podría resultar una victoria. La popular gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, y muchos otros líderes del estado le dieron su apoyo.
"Si no gana con la adhesión de estas personalidades influyentes, querrá decir que está en problemas", dijo a la AFP Alice Stewart, asesora de Ted Cruz.
Nada definido en Nevada
Hillary Clinton tiene la obligación de ganar los "caucus" (asambleas de electores) de Nevada para subir la moral de sus seguidores, luego de la rotunda derrota en New Hampshire frente al senador Bernie Sanders.
Aunque la ex secretaria de Estado tiene un fuerte apoyo de su partido que prácticamente augura una victoria en la convención demócrata de julio, su objetivo es detener el ascenso de Sanders cuanto antes.
Clinton le ganó en 2008 a Barack Obama en Nevada, donde cuenta con el apoyo de las comunidades negra, hispana y asiática, que representan cerca de la mitad de los habitantes.
"Nevada es más representativo de la población estadounidense que Iowa o New Hampshire", explicó Michael Green, profesor de historia de la Universidad de Las Vegas. "Los candidatos que pasan estas primeras etapas están listos para enfrentar el tipo de electorado que votará en las presidenciales", indicó.
Pero los sondeos son poco confiables para los caucus, por lo que nada está definido.
En los últimos días, Clinton y Sanders se han atacado con fiereza.
La campaña de la ex primera dama le reprocha a Sanders haber votado contra la regularización de los indocumentados en 2007, mientras que lo seguidores del senador reclaman la publicación de las transcripciones de los discursos remunerados que Clinton dio en el banco Goldman Sachs.
Los caucus republicanos en Nevada serán el martes, mientras que los demócratas tendrán sus primarias en Carolina del Sur el sábado próximo.
El 1 de marzo tendrá lugar el llamado "supermartes", cuando once estados se pronunciarán.