WASHINGTON.- El senador y aspirante presidencial republicano Marco Rubio, rechazó la iniciativa del Presidente Barack Obama de cerrar la cárcel de Guantánamo, por considerarla una amenaza para la seguridad nacional.
Rubio afirmó que tildó el plan del cierre de la cárcel como el "peligroso plan de Obama para liberar terroristas de nuevo en el campo de batalla o traerlos a suelo estadounidense".
Poco después, Rubio se refirió al anuncio de Obama en un acto de campaña en Las Vegas (Nevada) y aseguró que si él llega a la Casa Blanca, cuando se detenga a un terrorista será enviado a Guantánamo para que confiese toda la información que sabe.
"No solo no vamos a cerrar Guantánamo, cuando yo sea Presidente, si capturamos a un terrorista vivo no va a tener una audiencia en Manhattan, no será enviado a Nevada, sino que van a ir a Guantánamo y vamos a descubrir todo lo que sabe", prometió.
El anuncio de Obama coincidió con el impulso del senador Rubio, de origen cubano, de una propuesta de ley que impida al Mandatario transferir el territorio de la base naval de Guantánamo a Cuba o hacer modificación alguna, sin autorización del Congreso.
"Desde el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, el Presidente Obama ha dado al régimen de Castro concesión tras concesión, priorizando las promesas políticas sobre la seguridad nacional, la integridad del sistema de justicia, los derechos humanos y la democracia", consideró Rubio en un comunicado.
"El régimen de Castro ya está estafando al pueblo estadounidense y ahora pide la devolución de la base, que ha sido vital para las operaciones de la Marina y la Guardia Costera en el Caribe durante más de un siglo", añadió el senador.
La devolución del territorio de la base, sobre el que Cuba sigue teniendo soberanía, es una de las reclamaciones de La Habana en el marco de las negociaciones con Estados Unidos para normalizar sus relaciones diplomáticas.
La base fue establecida en 1898 cuando EE.UU. ocupó la isla militarmente tras vencer a España en la guerra hispano-estadounidense. Desde 2002, la base acoge el penal de Guantánamo, establecido por el Presidente George W. Bush para los detenidos por terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.