MADRID.- Podemos rompió este miércoles las negociaciones con el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez y cerró la puerta a facilitar su investidura como jefe del Gobierno español tras el acuerdo que este ha alcanzado con el liberal Ciudadanos.
"El Partido Socialista no quiere gobernar con nosotros (...) y ha realizado una elección incompatible con un Gobierno de cambio", manifestó el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, anunciando el voto contra Sánchez la semana que viene.
Podemos se levanta de la mesa después de que Sánchez y Albert Rivera, el líder del partido liberal Ciudadanos, sellaran hoy un acuerdo para facilitar la investidura del socialista.
Ese pacto fija también líneas básicas de un hipotético Gobierno, pero solo con la abstención de Podemos o la del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy serviría para investir a Sánchez, ya que el PSOE y Ciudadanos suman solo 130 de los 350 diputados y precisan que uno de ellos no vote en contra para que haya más aprobaciones que rechazos.
El PP, a día de hoy, tampoco tienen intención de abstenerse, aunque Albert Rivera mantiene su apuesta por convencer a Rajoy.
Errejón justificó la ruptura de la negociación con las políticas acordadas por Sánchez y Rivera, que suponen, dijo, un maquillaje de las que ha llevado a cabo Rajoy en los últimos cuatro años.
"El Partido Socialista ha elegido y esa elección es incompatible con nosotros", insistió el dirigente de Podemos. "Se ha frustrado por el momento una oportunidad histórica".
Podemos deja no obstante la mano tendida al PSOE para después de la "investidura fallida" que augura que habrá la semana que viene, en caso de que los socialistas abandonen ese acuerdo con Ciudadanos. "Después de esa investidura se abre otro tiempo y nuestra mano sigue tendida para conformar un gobierno de cambio", dijo Errejón.
El debate de investidura arranca el martes 1 de marzo, cuando Sánchez presentará su programa de gobierno. Un día después se celebrará una primera votación, que solo puede ganar por mayoría absoluta. Como no la conseguirá, se volverá a votar el 5 de marzo, cuando Sánchez necesita sólo una votación simple.