SANTIAGO.- El jueves, el fiscal general de la Cámara del Crimen Argentina,
Ricardo Sáenz, remeció al país tras afirmar que el fallecido abogado Alberto Nisman había sido "víctima del delito de homicidio". Este dictamen podría traer incómodas consecuencias para la ex Presidenta Cristina Fernández, con una eventual citación a declarar en calidad de testigo.
Tras sus dichos, Sáenz solicitó que la investigación de la muerte del fiscal pase a manos de un juez federal. Si esto se lleva a cabo, explicó el diario argentino El Clarín, se sostendría que al menos hay dudas consistentes de que Nisman fue asesinado y que esto se debió a su trabajo como fiscal federal de la Nación.
Según el diario, si hay cambio de fuero, sería inevitable la citación de la ex Mandataria como testigo, ya que antes de morir, Nisman la había acusado de cubrir el atentado en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994 -donde murieron 85 personas-, impulsando un acuerdo de entendimiento con Irán.
La hipotética cita judicial, sin embargo, no vincularía a Fernández en el supuesto asesinato, si no que la incorporaría como protagonista del expediente.
De esta forma, la ex Presidenta debería argumentar ante el juez federal, por ejemplo, qué hizo el domingo 18 de enero de 2015 -día en que murió Nisman- cuáles fueron sus comunicaciones telefónicas ese día, cómo se enteró de la muerte del fiscal y qué medidas tomó en el momento.
La declaración de Fernández sobre cómo fue notificada del deceso de Nisman fue bastante confusa en ese tiempo. Ella afirmó en cadena nacional que la ex ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, había sido quien la alertara a través de una llamada. Sin embargo, el ex secretario de la cartera, Sergio Berni, aseguró que fue él quien le avisó.
Además, el día después del fallecimiento del fiscal, la ex Mandataria publicó una carta convencida del suicidio del abogado: "¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?", cita el texto.
Sólo tres días después, escribió nuevamente en su blog que estaba segura de que Nisman no se habría quitado la vida. "¿Por qué se iba se a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba él y su familia de una excelente calidad de vida?", escribió Fernández.
El eventual traslado del expediente de Alberto Nisman hacia la justicia federal es una señal, puntualiza El Clarín, de la nueva disposición de los jueces a "mojar sus pies en las turbulentas aguas de la política".