SAO PAULO.- Cerca de 1.500 taxistas se manifestaron este domingo en la céntrica Avenida Paulista de Sao Paulo para exigir un "debate pacífico" sobre la implantación de la aplicación Uber, así como de otras empresas que prestan servicios de transporte en esta ciudad.
"Nuestro sindicato no quiere violencia, jamás vamos a dirigir un sindicato incentivado por la violencia", señaló el presidente del Sindicato de Taxistas de Sao Paulo, Natalício Bezerra, en declaraciones recogidas por el portal G1.
Desde que aterrizó en Brasil en 2014, Uber ha levantado una enorme discusión sobre la legitimidad y legalidad de su uso, un debate que ha llegado hasta el órgano antimonopolio, el cual investiga las supuestas conductas "anticompetitivas" practicadas por taxistas.
Mientras el gremio de los taxistas alega competencia desleal, los usuarios de Uber justifican su uso por la posibilidad de obtener un servicio más personalizado y barato, donde se contabilizan kilómetros y no minutos.
A fines de 2015, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) atendió la denuncia y abrió un proceso administrativo para esclarecer las prácticas de los taxistas y las entidades representativas del sector, a las que se acusaba de hechos de "violencia" y "graves amenazas" contra conductores y clientes de la aplicación.
Sin embargo, Bezerra rechazó el camino de la "hostilidad" como forma de encontrar una solución a la situación y aseveró que con la protesta de hoy el sector quiere demostrar que está "unido".
La manifestación, que estuvo presidida por una pancarta que rezaba "Taxistas unidos por la legalidad y la justicia" acabó en torno al mediodía con el lanzamiento de globos blancos frente al Museo de Arte de Sao Paulo (MASP).
Además de la implantación de Uber, la Municipalidad de Sao Paulo puso en marcha en octubre una nueva categoría de taxis, a la que pueden acogerse los profesionales de la polémica aplicación pagando una licencia que fue bautizada como "taxi negro".
