ATENAS.- La situación en la frontera entre Grecia y Macedonia continúa empeorando, y mientras las organizaciones humanitarias trabajan a contrarreloj para ampliar las capacidades de acogida, esta mañana llegaron al puerto del Pireo dos millares de refugiados procedentes de las islas del mar Egeo.
Unas 7.000 personas esperan, algunos desde hace varias semanas, en el puesto fronterizo de Idomeni a poder cruzar hacia la Antigua República Yugoslava de Macedonia, que tan solo permite el paso varias horas al día.
Anoche, las autoridades fronterizas macedonias abrieron este cruce siete horas, durante las que permitieron el paso a 300 sirios e iraquíes.
Mientras tanto, en el puerto del Pireo en Atenas, varias de personas se han instalado en las cuatro salas de espera habilitadas como centro de acogida provisional.
Esta mañana llegaron en un transbordador algo más de 1.800 procedentes de Lesbos y Quíos, las islas que más llegadas reciben, y se espera que a lo largo de la mañana lo hagan otras 200 desde Leros.
En un esfuerzo por mejorar la situación en estas salas, las autoridades han asignado personal y equipos de limpieza adicionales.
El ministro de Migración, Yannis Muzalas, solicitó a la Unión Europea 450 millones de euros (US$492 millones) de ayuda para sufragar los gastos adicionales de infraestructuras, personal y material.
En declaraciones a la cadena de televisión privada Mega, Muzalas explicó que en las próximas semanas la cifra de migrantes y refugiados puede llegar a alcanzar los 70.000, por lo que es necesario crear nuevos centros de acogida temporal en todo el país.
El ministro precisó que se abrirán cuatro nuevos campamentos de emergencia, dos en el norte del país y dos en la región capitalina de Ática.