TEHERÁN.- La Guardia Revolucionaria iraní realizó hoy una nueva prueba a gran escala de misiles balísticos, en unas maniobras en las que dispararon varias veces con lanzadores desde silos ubicados en todo el país.
Según un comunicado emitido por la Guardia Revolucionaria, la división aeroespacial de este cuerpo, creado tras la Revolución Islámica de 1979 y encargado expresamente de proteger el régimen instaurado entonces, cumplió con estos ensayos para exhibir "el poder disuasorio" de Irán y "su completa disposición para enfrentar todo tipo de amenazas" contra el país y sus instituciones.
Estas maniobras se realizaron pese a las sanciones que Estados Unidos impuso al país el pasado mes de enero después de que Irán probara un nuevo sistema de misiles balísticos, algo que según Washington viola numerosas resoluciones de Naciones Unidas contra Irán que le prohíben experimentar con armas que puedan llevar cabezas nucleares.
Irán, por su parte, ha insistido en numerosas ocasiones que nunca renunciará al desarrollo de tecnología militar autóctona, incluidos los misiles balísticos, y que en cualquier caso estas armas son estrictamente convencionales.
En los últimos años, Irán ha logrado importantes avances en tecnología bélica, particularmente en el área de los misiles balísticos, bajo la premisa de que su doctrina militar es estrictamente defensiva y el desarrollo de estas armas solo busca convertirse en un elemento disuasorio para los enemigos del país.
Es habitual que la Guardia Revolucionaria, que se encarga de gestionar el programa balístico iraní, publicite sus pruebas en este campo, cuyos avances exhibe con regularidad.
Este cuerpo militar no recibe órdenes del Gobierno liderado por el moderado Hasan Rohani, sino que obedece directamente al líder supremo Ali Jamenei.
El caso del programa balístico de Irán no está relacionado con el las sanciones internacionales que pesaban sobre el país asiático por la cuestión atómica y que fueron eliminadas a principios de este año con la entrada en vigor del acuerdo anunciado en julio pasado entre la República Islámica y las potencias del Grupo 5+1.