WASHINGTON.- Los dos pre candidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders prometieron que no deportarán a sus países de origen a niños no acompañados que ya están en Estados Unidos, ni a inmigrantes indocumentados que no tengan antecedentes penales.
"No deportaré niños, ni a sus familiares", dijo Clinton en el debate televisivo que se realizó en Miami, y que fue organizado por la cadena hispana Univisión y el diario "The Washington Post".
La ex secretaria de Estado y ex primera dama prometió que solamente deportará a los inmigrantes violentos y criminales y a los que pongan en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos.
"La esencia de lo que estamos intentando hacer es unificar familias, no dividir familias", añadió Sanders, que hizo la misma promesa que Clinton.
El senador por Vermont consideró que el presidente Barack Obama "está equivocado en lo referente a los deportaciones". Muchos en la comunidad hispana critican a Obama por haber deportado a 2,8 millones de inmigrantes desde que llegó a la Casa Blanca.
A raíz de esto, muchos le llaman "deportador en jefe", haciendo un juego de palabras con comandante en jefe.
Ambos pre candidatos demócratas prometieron una reforma migratoria con vía a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos.
Y prometieron que irán más allá de los decretos migratorios que anunció Obama en noviembre de 2014, y bloqueados actualmente en los juzgados por los republicanos. Estos decretos darían papeles temporales a cinco millones de indocumentados.
La figura de Donald Trump
Clinton eludió responder directamente a la pregunta de una de las moderadoras del debate de si el multimillonario Donald Trump, favorito para hacerse con la nominación republicana, es un racista. Pero recordó que fue la primera en decir "basta" al magnate, después de que insultara a los inmigrantes mexicanos y les llamara violadores.
La ex secretaria de Estado dijo que "el prejuicio y la paranoia" de Trump "no tiene lugar en nuestro sistema político, especialmente por alguien que se presenta a presidente y que no puede decidir si renegar o no del Ku Klux Klan y David Duke —su ex líder—. Así que la gente puede sacar sus propias conclusiones sobre él".
Clinton aseguró que la promesa de Trump de que construirá en la frontera con México "un bonito muro alto, mejor que la Gran Muralla de China" y que hará a México pagar por el muro "es una fantasía".
Sanders, por su parte, se mostró convencido que "los estadounidenses nunca elegirán a un presidente que insulta a los mexicanos, los musulmanes, los inmigrantes, las mujeres y los afroamericanos".
Sanders y Clinton luchan por el voto latino, conscientes de que éste puede tener la llave de la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
El debate demócrata se celebró en Florida, estado que vota el próximo 15 de marzo en las primarias. En este estado viven 4,7 millones de hispanos, lo que equivale al 24% de la población total del sector.