BRASILIA.- El
pedido de prisión preventiva del ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva fue tomado con cautela este jueves por parte de los principales partidos opositores, que temen una escalada de tensión social.
El pedido de prisión preventiva de Lula y otras cuatro personas fue conocido hoy. Está incluido en la denuncia realizada por el Ministerio Público de Sao Paulo contra el ex mandatario, a quien denunciaron por lavado de dinero y falsedad ideológica.
Los delitos están vinculados a un lujoso apartamento tríplex localizado en el condominio Solaris de la ciudad balnearia de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo. Se sospecha que el inmueble fue dado a Lula y reformado por la constructora OAS, cuyo ex presidente, Léo Pinheiro, está preso por sus nexos con el escándalo de corrupción en Petrobras.
El regalo sería una suerte de pago de "favores" de la constructora al fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
"Ante las circunstancias que el país vive y el aumento de la temperatura, el pedido de hecho en etapa de investigación de un ex presidente de la República parece una medida extrema. No es un momento banal y es necesario que todos tengan conciencia de la gravedad del momento", expresó el senador socialdemócrata Cássio Cunha Lima.
En declaraciones que recoge el portal del diario "O Globo", el senador expresó: "No están presentes los fundamentos que autorizan el pedido de prisión preventiva. (...) Vivimos un momento infrecuente en la vida nacional. Hay que tener prudencia", recomendó.
Parlamentarios citados por el medio dijeron que el presidente nacional del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, manifestó preocupación ante la situación y calificó el pedido como inusitado.
También el derechista partido Demócratas (DEM) predicó prudencia. El líder del partido en el Senado, Ronaldo Caiado, se llamó a silencio y dijo que solo se pronunciará cuando la solicitud sea acogida o rechazada por la magistrada que deberá analizarla, para lo cual no hay plazo establecido.
El presidente de esa fuerza política, senador José Agripino Maia, evaluó que tal vez el pedido de prisión se origine en la crisis sin precedentes que vive el país y la reacción de propensión a los enfrentamientos que suscitó la conducción coercitiva de Lula para ser interrogado, la semana pasada.
"El pedido de prisión no es de uno, sino de tres fiscales que deben tener elementos de culpa formada para tomar esa actitud que, evidentemente, por las circunstancias, es extrema", afirmó.
Dijo que los fiscales, a su entender, "tomaron esa decisión para que las investigaciones puedan llegar a término. Ahora resta aguardar la definición de la jueza", afirmó.
Aconsejó, por último, "reflexión, sensatez y apoyo a las instituciones para que cumplan su deber".
El líder del PSDB en la Cámara Baja, Antonio Imbassahy, también evaluó que los fiscales deben tener "comprobaciones suficientes de la práctica de delito" para pedir la prisión.
Por su parte, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) desdeñó la solicitud y descalificó a los fiscales autores de la denuncia: Cassio Conserino, José Carlos Blat y Fernando Henrique Araújo.