CIUDAD DE MÉXICO.- La actriz mexicana Kate del Castillo dijo a la revista estadounidense "New Yorker" que el actor Sean Penn la dejó expuesta y que ella ahora sufre una "cacería de brujas" de las autoridades mexicanas por reunirse con el narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán en octubre.
En sus primeras declaraciones desde que estalló el escándalo, la actriz de la serie de televisión "La Reina del Sur" contó su versión sobre el encuentro que ambos tuvieron con "El Chapo" antes de la recaptura del líder del cártel de Sinaloa el 8 de enero.
Del Castillo sirvió de enlace a Penn para la cita con Guzmán, que tuvo lugar en un pueblo de la sierra de Sinaloa cuando el capo estaba todavía prófugo. La actriz afirma que buscaba que Penn se interesara en su idea de producir una película sobre Guzmán.
Según las autoridades mexicanas, el seguimiento a la actriz y el encuentro en la sierra, en el que participaron también los productores argentinos Fernando Sulichin y José Ibáñez, dio pistas para la recaptura del narcotraficante tres meses más tarde.
Penn dijo que Del Castillo fue una pieza clave para un reportaje que publicó en la revista "Rolling Stone" un día después del arresto y que siempre estuvo enterada de sus intenciones de escribir la nota.
Eso es una "total y completa mentira", dijo la actriz, al negar que Penn le hubiera informado antes de sus planes.
Según dijo, se enteró de que Penn quería entrevistar a "El Chapo" cuando el actor le pidió, durante el transcurso de la cita, que le tradujera su pedido al capo.
Penn llevaba una carta de asignación de "Rolling Stone", firmada por el cofundador de la revista Jan Wenner y que amparaba también a los dos productores, pero el nombre de Del Castillo no fue incluido.
"Aunque ella claramente quiere evitar hacerse de enemigos en Hollywood, le preocupa que Penn, Sulichin e Ibáñez la puedan haber dejado de alguna manera expuesta, al no insistir en incluirla como periodista asignada en una carta que Jan Wenner le entregó a Penn", escribió "New Yorker".
La actriz también negó un pasaje del reportaje de Penn según el cual fueron interceptados en un retén por militares, pero que los dejaron pasar al identificar que iban con un hijo de "El Chapo". "Esa escena, sostiene Del Castillo, no ocurrió", escribió la revista.
Ahora, sólo ella está en la mira de la Procuraduría General de México, que quiere interrogarla y podría acusarla de lavado de dinero.
La fiscal general, Arely Gómez, dijo la noche de la captura que se había abierto una línea de investigación por los contactos de "El Chapo" con actores y productores para hacer una película. Al escuchar eso, "me quise morir", contó la actriz.
Algunos elementos de la investigación, como mensajes de texto intercambiados por la actriz y "El Chapo", han sido filtrados a la prensa. La actriz mexicana afirmó que hay elementos "sexistas" en la manera en que ha sido tratada en los medios.
La recomendación de sus abogados, Del Castillo ha permanecido en Estados Unidos.
La actriz sigue con la idea de hacer una película sobre "El Chapo", que se fugó dos veces de cárceles de máxima seguridad, y tenía planes de estar en estos días en México para filmar la serie "Ingobernable" para Netflix. "New Yorker" se reunió con ella tres días en su casa de Los Ángeles el mes pasado.