BUENOS AIRES.- El Presidente argentino, Mauricio Macri, pedirá a su colega estadounidense, Barack Obama, la apertura de los archivos secretos norteamericanos con información referida a la última dictadura militar que gobernó el país sudamericano entre 1976-1983, se informó hoy.
"Yo creo que es uno de los temas que se van a conversar, sin dudas", expresó el secretario de Derechos Humanos argentino, Claudio Avruj, en declaraciones al diario argentino La Nación.
Obama arribará a la Argentina el 23 de marzo, un día antes de que en el país se conmemoren 40 años del golpe militar que en 1976 derrocó a la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón.
Según Avruj, Macri le planteará a Obama la apertura de los archivos secretos por pedido de diferentes organismos defensores de los derechos humanos, entre ellos Abuelas de Plaza de Mayo.
Las organizaciones consideran que un pedido de este tipo favorecerá la búsqueda de hijos de ciudadanos desaparecidos durante el régimen que fueron adoptados y que desconocen su verdadera identidad.
Así lo expresaron el 23 de febrero último durante una reunión que los dirigentes de derechos humanos tuvieron con Macri.
"Se tomó nota, se asintió y nosotros estamos totalmente convencidos de que todo lo que aporte información para completar los datos de lo que ha pasado en esa época tan difícil nos ayuda a todos", afirmó Avruj.
El funcionario, además, consideró que "sería extraordinario" que Obama visite en Buenos Aires la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), principal centro clandestino de detención de opositores durante la última dictadura militar.
De Carlotto y otros dirigentes rechazaron que el Mandatario estadounidense recorra el predio, transformado en un Sitio de la Memoria hace más de una década.
"No es conveniente, es una fecha muy delicada. El 24 de ninguna manera. Que venga el Presidente de un país que fue el que hizo la Doctrina de la Seguridad Nacional, el país de (Henry) Kissinger y de la formación para reprimir en Latinoamérica", opinó De Carlotto.
Según organismos defensores de los derechos humanos, el régimen de facto asesinó a 30 mil personas y contó con el respaldo internacional de varios países, entre ellos Estados Unidos.
