DAMASCO.- Los kurdos de Siria y sus aliados proclamaron este jueves una región autónoma en el norte de ese país, desatando fuertes críticas en las negociaciones de paz de Ginebra, mientras que Rusia aseguró que podría volver a intervenir militarmente en territorio sirio.
"Si fuera necesario, Rusia estaría en condiciones de reforzar considerablemente sus tropas en la región en el lapso de unas horas", aseguró en Moscú el Presidente Vladimir Putin, pocos días después de que su país anunciara el repliegue de sus fuerzas en Siria.
Por otra parte, sostuvo que espera que "todas las partes, tanto las autoridades sirias como la oposición, tengan sentido común y estén comprometidas con el proceso de paz" que se lleva adelante en Ginebra.
El Mandatario ruso aseguró que una nueva intervención militar en Siria no sería la primera opción de su país. "Yo no lo querría", afirmó el Presidente, y destacó que el repliegue de las fuerzas rusas enviaba una señal importante hacia las negociaciones de Ginebra.
Las conversaciones en Suiza iniciaron hoy una nueva ronda, pero pasaron a un segundo plano al conocerse la proclamación de autonomía de territorio sirio de los kurdos -que no participan en las negociaciones-, donde regirá un "sistema federal", según explicó el portavoz de la etnia en Siria, Idriss Nassan.
El vocero dijo que el plan fue adoptado en una conferencia en la provincia de Hasaka, en el noreste sirio, en la que participaron unos 200 representantes de varios grupos étnicos y religiosos.
La Coalición Nacional Siria, la principal agrupación de oposición, manifestó hoy su rechazo a la proclamación alegando que el movimiento "confisca" la voluntad de los sirios.
"Determinar la forma del Estado sirio, ya sea central o federal, no es una decisión que le corresponda a una sola facción", sostuvo la alianza respaldada por Occidente en un comunicado.
"Eso será determinado después de que las negociaciones lleguen a un nivel en el que se celebre una conferencia constituyente para elaborar una nueva Constitución para Siria", señaló la coalición.
El régimen sirio también había adelantado su rechazo a la creación de una región sirio-kurda autónoma. "Cualquier tipo de división entre los sirios sería un fracaso total", dijo el negociador jefe del Gobierno en Ginebra, Bashar al Yaafari.
En lo que respecta a los esfuerzos diplomáticos en Suiza, Putin respaldó a su aliado, el presidente sirio Bashar al Assad. Destacó la predisposición de Al Assad al diálogo y a la generación de consensos.