SAO PAULO.- El juez federal brasileño Sérgio Moro, responsable por la investigación del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, citó hoy el caso Watergate para justificar
la divulgación de las polémicas conversaciones telefónicas del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El juez Moro afirmó que ni el Presidente de una República "tiene privilegio absoluto en el resguardo de sus comunicaciones", a pesar de tener "fuero privilegiado".
"Ni el supremo Mandatario de la República tiene un privilegio absoluto en el resguardo de sus comunicaciones, aquí recogidas de manera fortuita, pudiendo ser citado el conocido precedente de la Suprema Corte norteamericana en Estados Unidos versus Nixon, 1974, aún un ejemplo a seguir", afirmó el juez.
Moro se refirió así al caso Watergate, un escándalo político que en 1974 derribó al entonces Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon.
Así, el juez brasileño reiteró que había "causa justa" y "autorización legal" para interceptar las escuchas del ex Presidente Lula, quien hoy
asumió como ministro de la Casa Civil del Gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff, su ahijada política y sucesora en el poder.
No obstante, la designación de Lula
fue suspendida de manera cautelar por un juez de Brasilia, que sugirió que Rousseff podría haber cometido un delito y argumentó que si Lula asume el cargo de ministro tendrá poder para realizar una "intervención indebida y odiosa" en la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial.
El magistrado se apoyó en los audios grabados por orden judicial divulgados la víspera, los cuales generaron la sospecha de que Rousseff designó a Lula ministro para demorar el proceso jurídico contra el ex Presidente e incendiaron los ánimos de la oposición.
Moro afirmó que decidió levantar el secreto de las escuchas telefónicas por considerarlo de "interés público" y precisó que será el Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima corte del país, quien deberá decidir tras analizar el contenido de las grabaciones.