LA HABANA.- Cuba descartó tajantemente negociar con Estados Unidos "cambios" en su política comunista por la visita que emprenderá este domingo el Presidente Barack Obama y advirtió que persisten serias diferencias en las relaciones bilaterales, restablecidas el año pasado.
"En nuestra relación con Estados Unidos no está de ninguna manera en la mesa de negociaciones la realización de cambios internos en Cuba, que son y serán de la exclusiva soberanía de nuestro pueblo", dijo el canciller Bruno Rodríguez este jueves en una declaración transmitida en vivo por la televisión.
En un pronunciamiento de más de media hora, Rodríguez echó por tierra cualquier expectativa en torno a eventuales reformas que pudiera emprender el gobierno comunista de la isla, dentro de su lento proceso de apertura, como consecuencia de la llegada de Obama.
"Nadie podría pretender que para avanzar hacia la normalización de relaciones entre ambos países, Cuba tenga que renunciar a uno solo de sus principios ni a su política exterior", sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores.
Rodríguez recibió con prudencia el nuevo paquete de medidas de alivio del embargo estadounidense, anunciado esta semana por Washington, y advirtió que persisten "grandes diferencias" en la relación con Estados Unidos, restablecida formalmente por iniciativa de Obama y su homólogo Raúl Castro en 2015.
"Debo sin embargo reconocer que persisten grandes diferencias entre el gobierno de Estados Unidos y el de Cuba en materia de sistemas políticos, democracia, derechos humanos, aplicación e interpretación del derecho internacional", enfatizó.
Asimismo, agregó que "hay grandes diferencias en relación con el concepto de la soberanía nacional, profundas diferencias en relación con la preservación de la paz, la seguridad internacional".