El grupo activista "Safe Passage-Stop Wars" desplegó un cartel en el que se lee "Abrir las fronteras" en la Acrópolis de Atenas.
EFEGINEBRA.- Las Naciones Unidas llamó este sábado a la Unión Europea y a Turquía a garantizar el derecho de asilo en el marco de su acuerdo sobre la crisis de refugiados, que fue criticado por organizaciones de derechos humanos y defendido por algunos Gobiernos europeos.
En la cumbre celebrada el jueves y viernes en Bruselas, la UE y Ankara sellaron un pacto que pretende frenar el flujo de migrantes y refugiados en el Mar Egeo y que contempla la devolución a Turquía de las personas que lleguen de forma irregular a Grecia a partir de este domingo.
Antes de devolver a cualquier refugiado a Turquía tiene que comprobarse su necesidad de protección mediante consultas individuales en Grecia, señaló el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Ginebra.
Y entre los derechos que deben garantizarse a los inmigrantes está el de apelar las decisiones que se tomen sobre su destino, subrayó.
Las condiciones en los centros de acogida en Grecia tienen que mejorar y tienen que reforzarse de forma clara los análisis de las solicitudes de asilo. Esto es "un inmenso desafío", señala Acnur en un comunicado.
Por su parte, Turquía tiene que garantizar que las personas que tienen derecho a ser protegidas realmente obtengan asilo. Y éste tiene que incluir "posibilidades de empleo, atención médica, educación para los hijos y, cuando sea necesario, ayuda social".
La organización de la ONU mostró compresión por la necesidad europea de reducir la crisis de refugiados. "El caos que reinó en 2015 y que se mantiene hasta ahora no ayuda ni a quienes huyen de la guerra y buscan seguridad ni a Europa". Por eso lo decisivo es cómo se ponga en práctica el acuerdo sobre los refugiados, destacó.
Por su parte, la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) fue mucho más dura y calificó el pacto como ilegal. "Turquía no es un país seguro para los refugiados y migrantes y todo proceso de devolución que se base en esta premisa es erróneo, ilegal e inmoral", indicó AI.
El experto para Europa y Asia Central de AI John Dalhuisen calificó el acuerdo de una "píldora venenosa".
El pacto divide en general a los políticos europeos. En Italia, la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, señaló a la prensa que es "muy pesimista". "En la práctica este acuerdo no se va a sostener", opinó.
Europa está negociando con valores que antes no se ponían en duda, añadió: "Europa era una brújula moral y hoy este papel es cuestionado".
En cambio, el ministro de Exteriores, Paolo Gentiloni, elogió la negociación como un paso adelante para hacer frente "a la emergencia en la crisis migratoria". Sin embargo, reconoció también que "se trata de pasos concretos hacia adelante cuya puesta en práctica no se puede dar por supuesta".
El primer ministro británico, el conservador David Cameron, se mostró satisfecho. "Por primera vez en esta crisis tenemos una misma opinión sobre un plan con el que, si se lo aplica de manera correcta y en toda su envergadura, podemos conseguir algo", dijo al término de la cumbre en Bruselas.
El acuerdo para devolver a Turquía a los refugiados que ya hayan llegado a Grecia puede acabar con el negocio de los traficantes de personas, porque la peligrosa travesía por el mar ya no implica que uno pueda asilarse en Europa, consideró.
Reino Unido no forma parte de la zona Schengen (la de libre circulación de personas en Europa) y ha subrayado que no dará asilo a más refugiados que estén en campos en Turquía. Hace unos meses el país se comprometió a acoger a 20.000 refugiados sirios de los campamentos ubicados cerca de la frontera con Siria hasta 2020.
También la primera ministra polaca, Beata Szydlo, consideró que los objetivos de su país se cumplieron en la cumbre. "Desde el momento en que asumimos el Gobierno dijimos claramente que queríamos que el problema de los migrantes se resolviera fuera de la UE", afirmó la dirigente nacionalista-conservadora.
"Podemos decir que estamos un paso más cerca de resolver el problema", el compromiso es "bueno para todos", opinó.