SANTIAGO.- Desde el domingo que el Presidente de Estados Unidos Barack Obama se encuentra en una gira catalogada como "histórica", la cual partió en Cuba y ahora continúa en Argentina, y que ha tenido una serie de gestos que no han dejado a nadie indiferente, como el apoyo al fin del embargo económico a la isla o la desclasificación de archivos secretos sobre la última dictadura trasandina.
Así, el que uno de los hombres más poderosos del mundo visitara estos países no hace más que analizar y preguntarse el porqué decidió ir a La Habana y Buenos Aires y cuáles son los réditos políticos que le traerá este viaje.
Partamos señalando que la gira latinoamericana de Obama -que concluye el jueves- lo trae a la región con un panorama bien distinto al de algunos meses atrás, ya que si nos remontamos al año 2014 hubiera sido impensado ver al Mandatario norteamericano analizar siquiera aterrizar en La Habana o en Buenos Aires, cuando la relación con los gobiernos de Raúl Castro y Cristina Fernández era hostil.
Es que la llegada de Mauricio Macri al poder en Argentina poniendo fin a 12 años de kirchnerismo, además del histórico restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba fueron factores importantes para estrechar aún más los lazos con dos países clave a nivel geopolítico en la zona.
De este modo, EE.UU. reduce el número de "enemigos" regionales en pos de mantener las relaciones que ya tiene con países como Brasil, Chile y Colombia, mientras continúan las hostilidades con Venezuela o Bolivia.
Esto marca, sin duda, el sello que quiere imprimirle Obama a su política exterior, con un Estados Unidos mucho más inclusivo y respetuoso de los procesos de los otros países, cuando la cuenta regresiva para que deje la Casa Blanca ya está en marcha.
Cuba: el embargo y la democracia
"Vine aquí a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría". Con estas palabras, Barack Obama explicaba a los cubanos el porqué de su histórico viaje a la isla. Tuvieron que pasar 88 años para que un presidente de EE.UU. pisara La Habana (el último fue John Calvin Coolidge en enero de 1928), periodo en que la historia en el país caribeño cambió rotundamente: de depender económica y políticamente de Norteamérica a convertirse en un régimen socialista liderado por los hermanos Castro.
Con la llegada de la Revolución Cubana en 1959, las relaciones con EE.UU. se congelaron completamente, llevando incluso a este último a tomar una serie de medidas, como el embargo económico, sindicado por las autoridades isleñas como el gran causante del estancamiento que ha sufrido el país por décadas.
Así, el mensaje de Obama en La Habana fue claro: "El embargo se va a terminar. No estoy seguro cuándo, pero terminará en algún momento después de mi administración".
Sin embargo, también fue claro respecto a los cambios que deben haber en Cuba para solidificar este proceso: "Los ciudadanos deben elegir sus gobiernos con elecciones libres y democráticas. No todos están de acuerdo conmigo, pero sí creo que esos derechos humanos son irrenunciables", enfatizó.
En este sentido, si bien destacó los acercamientos con Cuba, el Mandatario norteamericano recalcó que las diferencias existen y que es necesario solucionarlas en base al diálogo, pero siempre respetando la interna isleña.
Argentina: El reencuentro y las disculpas
Tuvieron que pasar varios años para que un Presidente de EE.UU. volviera a Argentina, y Barack Obama lo hizo esta semana con la misión de recomponer las relaciones luego de los momentos de tensión durante los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, entre 2003 y 20015.
Es por eso que la llegada del liberal Mauricio Macri al poder marca un alivio para la Casa Blanca, y así lo hizo saber el Mandatario estadounidense, quien lo visita al cumplir 100 días de Gobierno: "Tomamos nota de los cambios, el mundo se ha dado cuenta también. Con el Presidente Macri, Argentina está retomando su rol tradicional de liderazgo en la región y el mundo", recalcó.
Y el jefe de Estado argentino lo corroboró, interpretando la visita de Obama "como un gesto de amistad frente a un nuevo cambio" en Argentina. "Compartimos valores profundos, respeto por los derechos humanos, las libertades individuales, por la democracia, la justicia y la paz", agregó.
Asimismo, los derechos humanos tuvieron un rol fundamental en la visita de Obama a Argentina, ya que confirmó la desclasificación de archivos secretos de la inteligencia norteamericana sobre la última dictadura argentina, justo en el día en que se conmemoran 40 años del golpe de Estado en el país trasandino.
"Tenemos la plena determinación de hacer nuestra parte a medida que Argentina siga adelante como una nación unida", señaló, agregando que con este gesto "espero que podamos reconstruir la confianza que se ha perdido entre nuestros países".
Así, los gestos (siempre simbólicos) de Obama a quienes alguna vez fueron sus "adversarios" se hicieron notar. Ahora falta ver si podrán dar un paso más allá.