Fujimori, de 77 años y padre de la candidata presidencial Keiko Fujimori, recibió el alta médica en la clínica La Luz, donde fue internado ayer, y fue trasladado a la base policial de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), situada en el distrito de Ate-Vitarte, en el oriente de Lima, donde se encuentra recluido.
El ex Mandatario peruano abandonó el establecimiento médico con un cuello ortopédico y declinó hacer declaraciones a los medios que lo aguardaban a la salida de la clínica.
El director de la clínica La Luz, Ronald Rodríguez, explicó al Canal N que Fujimori se encuentra estabilizado del problema de mareos que motivó su ingreso en el centro médico.
"Todavía no se le ha pasado la molestia completamente, pero el otorrinolaringólogo ha determinado que en los próximos días puede mejorar y el tratamiento puede llevarlo de manera ambulatoria", dijo Rodríguez.
El director de la clínica comentó que los mareos que el ex Presidente padeció en la víspera estaban relacionados con un problema en su oído interno.
Fujimori es trasladado regularmente a clínicas de Lima para el tratamiento de los problemas gastrointestinales y de hipertensión que sufre de manera crónica, además de unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que ha sido operado hasta en cinco ocasiones.
Esto ha llevado a sus familiares y seguidores a solicitar que se le otorgue el indulto humanitario, un beneficio que en 2013 le fue negado por el Mandatario peruano, Ollanta Humala.
El ex Presidente fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción, entre ellos las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, cometidas por el grupo militar encubierto Colina, y los secuestros de un periodista y un empresario en 1992.