NACIONES UNIDAS.- Rusia acusó a tres fundaciones turcas de suministrar armas y equipo militar al grupo Estado Islámico en Siria, y dice que explosivos y sustancias químicas industriales por un valor de 1,9 millones de dólares fueron contrabandeadas a extremistas a través de la frontera de Turquía.
Vitaly Churkin, embajador ruso ante las Naciones Unidas, dijo en una carta al Consejo de Seguridad de la ONU difundida el viernes que Turquía es el principal proveedor de armas y municiones a los combatientes del EI. Indicó que las transferencias son supervisadas por la Organización Nacional de Inteligencia del país y suministradas principalmente en vehículos, "incluso como parte de caravanas con fines humanitarios".
En un correo electrónico, un portavoz de la misión de Turquía ante la ONU señaló que la misiva rusa "obviamente contiene acusaciones sin fundamento que rechazamos totalmente". Hizo notar que muchos ciudadanos turcos han sido muertos en ataques del EI, al que consideró una amenaza a la seguridad nacional.
La campaña aérea de Rusia iniciada el 30 de septiembre ha ayudado a Siria -aliado cercano de Moscú- a lograr amplios avances en el terreno, en la guerra de cinco años en la que han muerto más de 250.00 personas. Turquía, Arabia Saudí y otros actores regionales han respaldado a los opositores del presidente sirio Bashar Assad y les desagrada verlo fortalecerse en el poder.
El portavoz turco dijo que la carta de Rusia era "un intento por opacar las muertes de civiles, el caos y la destrucción en Siria provocados por las operaciones militares de la Federación Rusa, el aliado más firme del régimen".
El Estado Islámico se encuentra en una posición defensiva tanto en Irak como en Siria, donde fuerzas en tierra respaldadas por ofensivas aéreas encabezadas por Estados Unidos han atacado a los extremistas. La coalición internacional que lidera Washington calcula que el grupo extremista ha perdido 40% del territorio que controlaba en Irak y un 20% de su territorio en Siria.