BRASILIA.- La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo el martes que no pretende cambiar su Gabinete antes de la votación de las próximas semanas en la que la Cámara de diputados definirá si la lleva a juicio político.
Los diputados brasileños votarán en pocos días si Rousseff, primera Presidenta mujer del país sudamericano, quebrantó las leyes fiscales y si debería ser removida del cargo.
La oposición acusa a la jefa de Estado de haber ordenado el maquillaje de las cuentas públicas para reducir el impacto de la desaceleración económica y asegurarse la reelección. Además, se le culpa de financiamiento irregular de su campaña política.
Si la comisión considera que hay causas válidas para abrir un juicio político, este debe ser aprobado por 342 de los 513 diputados (dos tercios) y ser tramitado luego por el Senado.
Rousseff, con la ayuda de su antecesor y mentor político Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), seguía negociando con varios partidos para rearmar su Gobierno y asegurarse los votos necesarios en la Cámara, tras la ruptura del partido centrista PMDB, que cuenta con 69 diputados.
En ese contexto, se esperaba que la jefa de Estado cambiara a gran parte de su gabinete, compuesto por varios miembros del PMDB, para sustituirlos por sus nuevos aliados. No obstante, la Presidenta rechazó hacer cualquier cambio antes de la votación que decidirá su futuro político.