JERUSALÉN.- El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, atribuye a su Gobierno la disminución de la violencia en la región en la que han pasado más de dos semanas sin que se produzcan víctimas mortales en ataques.
El número de agresiones ha descendido "como resultado de la política fuerte, responsable y metódica" del Gobierno israelí que ha sido implementada por las fuerzas de seguridad, aseguró Netanyahu durante la reunión semanal con su gabinete basándose en datos de los servicios de inteligencia.
Según el comunicado difundido sobre la sesión, Netanyahu agradeció "el esfuerzo ofensivo y defensivo combinado" del Ejército y la Policía "que ha logrado reducir el éxito" de los atacantes palestinos desde que el 1 de octubre empezara una ola de violencia.
Esta se ha cobrado 30 víctimas israelíes, dos estadounidenses, un eritreo y un palestino. La última, el joven turista estadounidense Taylor Force, fallecido el 8 de marzo al ser apuñalado en Yafa presuntamente por un palestino.
Mientras tanto, 204 palestinos han muerto, más de dos tercios al perpetrar o intentar perpetrar ataques o presuntos ataques contra blancos israelíes.
El último de ellos, Abdel Fatah al Sharif, murió en Hebrón el 24 de marzo al recibir de un soldado israelí un tiro en la cabeza cuando estaba tendido en el suelo, herido y reducido, después de presuntamente atacar a otro militar en compañía de un segundo palestino que también murió abatido.
El suceso fue difundido en un video que se hizo viral y criticado con dureza por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que pidió una investigación internacional sobre las presuntas "ejecuciones extrajudiciales" de israelíes a palestinos que desde octubre y hasta principios de marzo cifra en al menos 36.
Desde este incidente, la Policía israelí ha informado de detenciones de presuntos atacantes y algunos ataques violentos, pero el número de sucesos ha descendido notablemente.
Netanyuhu advirtió que hay que ser cauto al creer que la violencia disminuye "porque esta tendencia podría revertirse".
Y anunció la discusión de un plan de cinco años "para reforzar la seguridad en Jerusalén, mejorar la aplicación de la ley y aumentar la seguridad personal en el sector árabe" con la construcción de nuevas comisarías y el refuerzo de 2.600 policías.