SANTIAGO.- Con más del 85% de las mesas escrutadas en Perú, la tendencia es clara: todo hace indicar que el próximo 5 de junio veremos una segunda vuelta presidencial entre dos candidatos de derecha: Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski.
Esta es la segunda elección presidencial para ambos, que ya se enfrentaron en 2011, donde la abanderada de Fuerza Popular llegó a segunda vuelta y el economista quedó tercero, siendo sobrepasado por Ollanta Humala, quien a la postre fue elegido Mandatario.
Hoy, el pronóstico para lo que sucederá en ocho semanas es reservado. De partida, Fujimori si bien siempre ha estado liderando las encuestas, debe cargar con la sombra de su padre Alberto, el ex Presidente que condenado a 25 años de cárcel por una serie de delitos. Mientras, "PPK" deberá materializar votos en los sectores más populares, que es su punto débil.
El antifujimorismo: factor clave
En conversación con Emol, el historiador peruano y profesor de la Universidad de Los Andes, Ricardo Cubas , sabe que la competencia estará muy reñida, sobre todo porque muchos de los votos de Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea (tercera y cuarto en las preferencias, respectivamente), podrían pasar a Kuczynski.
Es por ello que, asegura el académico, para conquistar esos votos, "PPK va a buscar resaltar toda su alta experiencia de Gobierno frente a la poca experiencia que ha tenido Keiko, que sólo ha sido congresista durante un periodo, y él en cambio ha sido primer ministro, ministro de Economía en una etapa de gran crecimiento económico del país y también fue ministro de Energía y Minas".
Pero Cubas también advierte que el líder de Peruanos por el Kambio podría apelar "a todo este profundo antifujimorismo que se da en el electorado peruano", donde la figura de Alberto Fujimori, reflejada en su hija, podría jugarle a favor al economista.
"Podemos decir que hay dos grandes fuerzas políticas en Perú actualmente, que son el fujimorismo y el antifujimorismo. Se va a apelar a todo el pasivo del gobierno de Fujimori: la corrupción, los cuestionamientos a la violación de derechos humanos, a todo el legado negativo de Fujimori", explica Cubas.
Pero, asegura, "por otro lado tenemos a Keiko, que tiene un arraigo popular que es innegable, se ha dedicado a fortalecer el partido, y si alguien se mantuvo invariable en las encuestas fue ella. Fue un dique frente al avance de la izquierda y ha tenido resultados bien buenos".
Todo esto, gracias al enorme capital político que se ha creado Fujimori durante su periodo de congresista, donde el apoyo de las clases más populares es fuerte y será una dificultad para "PPK", quien siempre ha estado identificado con la élite peruana.
La importancia del sur
Otra de las claves para ganar en la segunda vuelta de junio el el sur de Perú, donde la izquierdista Verónika Mendoza ganó en seis distritos y ha materializado su capital político con un discurso disruptivo. Esto, a diferencia del norte y centro del país, donde Fujimori se impuso claramente, salvo en la región de Cajamarca, feudo del candidato Gregorio Santos.
Para analistas y expertos, hay una división muy fuerte en Perú entre el norte y el sur, por lo que se habla de "dos países". Según Cubas, esto se debe al "sentimiento antilimeño" que persiste en las regiones sureñas, donde hay un rechazo grande al centralismo, elemento que ya se vio materializado en las presidenciales pasadas, con el triunfo de Humala.
Asimismo, en el sur el antifujimorismo pesa fuerte en esa zona, al igual que en sectores de la élite limeña, lo que significaría un punto a favor para PPK.
Sin embargo, el académico sostiene que "curiosamente en muchos de estos distritos, salvo en Puno y en Cusco, la segunda fuerza ha sido el fujimorismo. Eso ve también el arraigo popular de Keiko y de Alberto Fujimori" en la zona.
Con estos antecedentes, una buena campaña será vital para que la balanza se incline para uno u otro lado. Eso lo veremos en junio.