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Dilma y el "impeachment": Las claves del juicio político que mantiene en crisis a la Presidenta de Brasil

Acusada de maquillar las cuentas fiscales, la Mandataria deberá someterse a la votación de 513 diputados, en un largo proceso que podría terminar por sacarla definitivamente del poder.

14 de Abril de 2016 | 11:09 | Por Valentina Salvo U., Emol
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AFP
SANTIAGO.- La crisis política en Brasil podría llegar a uno de sus puntos más altos este domingo, cuando los diputados den paso a la votación de un juicio político con miras a la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff.

"Impeachment", como se le denomina a dicho proceso, es la palabra clave que mantiene en la cuerda floja a la Mandataria, después de que este lunes una comisión investigadora de la Cámara determinara que existen fundamentos para acusarla de violación presupuestaria para favorecer su reelección.

La jefa de Estado es investigada por esconder deudas y por maquillar la contabilidad fiscal, luego de que el Tribunal de Cuentas de la Unión detectó distorsiones en la administración de fondos por hasta 106 mil millones de reales (US$27.390 millones al cambio de la época).

Ante ello, la oposición decidió presentar una petición de apertura de "impeachment" en contra de Rousseff, bajo el delito de "crimen de responsabilidad", lo que la Presidenta catalogó como "intento de golpe de Estado".

A pesar de ello, y para su mala suerte, el presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha -un férreo opositor de la Mandataria- decidió dar el vamos al proceso en su contra.

Pero no sería la única Presidenta en pasar por dicha etapa. El Congreso brasileño ya le arrebató el poder a Fernando Collor de Melo, en 1992. Al igual que en el caso de Rousseff, el proceso tuvo como origen una serie de acusaciones de corrupción en su contra, que le costaron el término anticipado de su gestión.

Lo que se viene


Tras la decisión de la comisión de la Cámara, el siguiente paso es la discusión. Para ello, los parlamentarios tendrán tres días y, posteriormente, se dará espacio para la votación del pleno, lo que se prevé suceda este domingo 17 de abril.

Una moción de destitución requerirá el apoyo de al menos dos tercios de los parlamentarios, es decir, 342 de los 513 legisladores. Si no se logra tal número de respaldo, el proceso se archivará y Dilma seguirá presidiendo al gigante latinoamericano.

Sin embargo, los pronósticos aseguran lo contrario. El oficialista Partido de los Trabajadores se quedó casi sin aliados en el liderazgo del país, luego de que el PMBD, coalición del vicepresidente Michel Temer, decidiera pasar a la oposición.

De concretarse el "sí" al juicio en contra de Rousseff, la iniciativa será enviada al Senado, el que deberá declarar si la petición es admisible. Para ello, los opositores sólo tendrían que lograr una mayoría simple de un total de 81 legisladores.

Si se admite el proceso, la siguiente instancia en la Cámara Alta es la creación de una comisión y la separación de la Mandataria de su puesto por un plazo de 180 días. Quién asumiría el liderazgo del país sería Temer, el viepresidente que se vio sorprendido ante la filtración de un audio en que ensayaba su discurso de asunción.

Tras dicho plazo, al igual que los diputados, el Senado deberá decidir si da pié, con dos tercios del pleno, a la salida de la Mandataria que tampoco podría volver a ser candidata durante ocho años, de lo contrario, volverá al cargo. Así, la ex revolucionaria de izquierda y primera Presidenta de Brasil dejaría el poder definitivamente, tras vivir los peores días de su carrera política.
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