NUEVA YORK.- El precandidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump fue recibido hoy con sendas protestas en Nueva York, donde continúa con su campaña de cara a las primarias del próximo martes.
Trump, que sigue liderando la preferencia del voto republicano, acudió a un evento de recaudación de fondos para los candidatos del condado de Suffolk, en el Estado de Nueva York, donde prometió traer empleos para esta localidad.
Allí, el magnate neoyorquino lanzó críticas contra los políticos que a su juicio no han hecho nada para evitar que compañías como la Ford y otras se hayan deslocalizado a México.
Mencionó a los 1.400 trabajadores de la compañía de aire acondicionado Carrier que serán despedidos en los próximos tres años, a partir de 2017, de quienes dijo son "buenas personas".
Trump fue recibido en la localidad de Patchogue, en Long Island, por un eufórico público de más de mil personas que momentos antes de su arribo gritaba "USA, USA" (Estados Unidos de América) y que pagaron entre 150 y mil dólares por el evento.
"Los políticos no están peleando por nuestro país", afirmó el aspirante a la Casa Blanca, quien destacó además que "tenemos a la mejor gente del mundo para los negocios y no los usan", al criticar el despido de trabajadores por la deslocalización de las empresas.
"Se mudan a todas partes menos aquí", argumentó el polémico magnate, quien reiteró su advertencia para elevar los impuestos a los productos de empresas que se han ido.
En concreto, Trump señaló como ejemplo un aumento de 35 % para las unidades de aire acondicionado que "crucen la frontera" para ser vendidas en el mercado estadounidense y aseguró que bajo su Presidencia las compañías no tendrían que abandonar este mercado.
Igualmente reiteró su compromiso de construir el muro que ha propuesto para detener la inmigración desde México. "¿Por qué no lo podemos construir?", argumentó a sus entusiastas seguidores a los que dijo además que su candidatura se trata de "un movimiento para recuperar el país".
Mientras, cerca de allí, un grupo formado en su mayoría por inmigrantes se manifestaba en contra de su visita a Patchogue, donde en 2008 fue asesinado el emigrante ecuatoriano Marcelo Lucero por un colectivo de jóvenes blancos.
Durante la investigación se supo que los jóvenes tenían por costumbre atacar a inmigrantes y que la Policía no había prestado atención a las denuncias.
De acuerdo con los manifestantes, que portaban letreros con mensajes como "Trump promueve el odio" y "Vergüenza de Trump", el candidato ha dividido el país con su retórica en contra de los inmigrantes.
Joselo Lucero, hermano de Marcelo, figuró entre las voces que previamente habían pedido que no se realizara el evento de recaudación de fondos en este lugar por la discriminación que había sufrido la comunidad de inmigrantes.
Posteriormente, Trump fue recibido con otra protesta en Manhattan, donde asistiría a una gala del Partido Republicano con un costo de 1.000 dólares por plato.
En una página de Facebook, más de 1.500 personas confirmaron su asistencia para acudir a la protesta, a la que asistieron los principales sindicatos, así como numerosos inmigrantes, incluidos latinos, negros y musulmanes.
El tumulto provocó que las calles aledañas a la estación central de Nueva York quedaran cerradas y que los viajeros tuvieran problemas para desplazarse a sus hogares al coincidir la protesta con el final de la jornada laboral.