BUENOS AIRES.- En medio de la polémica por la llegada de Uber a Buenos Aires, los taxistas están realizando cortes de calles en 25 puntos simultáneos en toda la ciudad, en protesta contra el servicio privado de transporte de pasajeros.
Los choferes cuestionan el lanzamiento del sistema por la amenaza que significa para sus puestos de trabajo, el cual estaría funcionando pese al fallo judicial que ordenó que la empresa norteamericana deje de operar en la capital trasandina.
A las 10, una hora antes de lo previsto, un grupo de choferes interrumpió el tránsito casi totalmente en la esquina de las avenidas Callao y Santa Fe, en el centro porteño.
El secretario general de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, José Ibarra, ofreció "disculpas" por los 25 piquetes previstos en contra del sistema privado de transporte de pasajeros, pero justificó que el desembarco de la empresa a Buenos Aires los obliga "a hacer esto".
El dirigente cuestionó que "esta gente de Uber desconoce absolutamente todo, si hay una ordenanza, si hay un juez" porque, aseguró, "han entrado así a todos lados, generando discordia, caos y malestar".
El gobierno porteño comenzó a acarrear autos que prestan servicio para Uber, uno a pocas horas del debut de la empresa y otro anteayer, y aplicó multas por 77.000 pesos argentinos (más de 3 millones de pesos chilenos) a los choferes, que fueron pagadas por la firma norteamericana. Voceros de la Secretaría de Transporte informaron que, además, ayer clausuraron un local del barrio de Caballito en el que se dictaban cursos a los choferes.
La Ciudad considera que las operaciones de Uber son ilegales, porque el Código de Transporte local sólo contempla contratar viajes en auto espontáneamente en la calle o bien mediante llamadas a una empresa de radiotaxi. Y objeta que la compañía no está registrada como contribuyente. Además, al igual que abogados y especialistas, advierte sobre el riesgo existente para los pasajeros, porque los conductores no tienen licencia profesional ni seguros específicos.