LONDRES.- El Presidente estadounidense, Barack Obama, tuvo este viernes una jornada de socialización con la realeza británica, comenzando con un almuerzo de cumpleaños con la Reina Isabel II y concluyendo con una cena ofrecida por un trío que representa el futuro de la monarquía.
Acompañado de su esposa Michelle, Obama llegó en helicóptero a los jardines del Castillo de Windsor, la ancestral residencia real y atracción turística al oeste de Londres y donde la reina celebró su nonagésimo cumpleaños el jueves.
La Reina bajó del auto Range Rover conducido por su esposo, el príncipe Felipe, para dar la bienvenida a Obama.
Las parejas intercambiaron apretones de manos antes de subir al vehículo -las damas en la parte trasera- para el corto recorrido hacia el castillo. Adentro, la reina llevó al grupo hacia una sala de estar calentada por una chimenea.
"La reina ha sido una fuente de inspiración para mí", dijo Obama más tarde en una conferencia de prensa junto con el Primer Ministro David Cameron. "Ella realmente es una de mis personas favoritas... una persona increíble".
Los Obama llevaron consigo un regalo en una caja envuelta en papel dorado y con el sello presidencial grabado: un diario fotográfico de los encuentros de la monarca con presidentes y primeras damas de Estados Unidos. El álbum comienza con la visita de la entonces princesa Isabel en 1951 a la casa de George Washington en Mount Vernon, Virginia y su encuentro con el Presidente Harry Truman en la Casa Blanca.
La Reina nunca ha visitado a Obama en la Casa Blanca.
El Mandatario estaba por coronar la jornada con una visita al Palacio Kensington, donde él y la primera dama estaban invitados a una cena con el príncipe William, su esposa Kate y su hermano Harry. El mayor de los hermanos es segundo en la línea de sucesión al trono, tras su padre, el príncipe Carlos.
El Presidente estadounidense hizo una pausa en su jornada con la monarquía para una escala en 10 Downing St. para conversaciones con Cameron sobre el grupo Estado Islámico, Afganistán, Siria, Libia, la economía global, la posición de Rusia hacia Ucrania y otros asuntos.
Obama y Cameron analizaron además la posible salida británica de la Unión Europea, a la que se opone Obama y la campaña presidencial en Estados Unidos.
