SANTIAGO.- Un 84% de los venezolanos considera que el país está en malas condiciones y uno de cada siete está a favor de que su Presidente, Nicolás Maduro, deje el poder "lo más pronto posible".
Las cifras del sondeo Venebarómetro reflejan lo que millones de personas viven hoy en las calles de Venezuela. Inestabilidad política, desabastecimiento de alimentos y fármacos, una exacerbada inflación y ahora, cortes de luz decretados por el Gobierno para intentar paliar la crisis energética que afecta a la nación petrolera.
Por esto último, decenas de protestas se volcaron a las calles derivando en varios saqueos. En Maracaibo, Zulia, más de 70 locales comerciales fueron destruidos y vaciados, al igual que en la ciudad de Machiques. El saldo fue de al menos 103 detenidos.
En el estado de Carabobo, en el centro de Venezuela, hubo cierre de vías y neumáticos quemados, mientras en la capital del estado de Miranda, Los Teques, intentos de saqueos obligaron al comercio a cerrar sus puertas temprano. También se registraron manifestaciones en la ciudad de Valera y en Puerto Ordaz, en el estado de Bolívar.
Sin luz, sin agua, sin comida
Y es que según medios locales, la medida que buscaba suspender el suministro de luz por sólo cuatro horas diarias, ha significado en ocasiones que ciudades enteras queden a oscuras hasta 10 horas seguidas. Un problema grave para regiones como Zulia, donde la temperatura promedia los 34°C.
El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, admitió que la medida responde a la enorme sequía a causa del fenómeno de El Niño. Esto mantiene a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, que genera el 70% de la energía del país, a 1,60 metros sobre el nivel del punto de colapso.
La escasez desencadenó que el Ejecutivo tome medidas aún más radicales. A principios de 2016, la jornada laboral se redujo en dos horas y posteriormente se decretó que los viernes serían festivos. Finalmente, el Gobierno decidió paralizar casi por completo al sector público y declaró que durante al menos 15 días, trabajarán solo lunes y martes hasta las 13:00 horas.
Pero la electricidad no es el único problema. Un informe del Fondo Monetario Internacional estableció que el país sudamericano alcanzará en 2016 una tasa de inflación del 720%, la más alta del mundo. Sumado a la disminución en el precio del petróleo, la materia prima más importante para la economía venezolana, y la baja en la importación de productos, se ha generado una crisis de desabastecimiento de alimentos, fármacos y un aumento en el costo de vida.
La canasta alimenticia básica de una familia de cinco personas aumentó en marzo de este año hasta los 142.853 bolívares (14.357 dólares), lo que representa más de 12 sueldos mínimos, según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores.
Posiblemente por ello, el 87% de las personas que participaron del estudio Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi), realizado por tres universidades en 2015, aseguró que sus ingresos son insuficientes para comprar comida. Un 12% de las familias (alrededor de tres millones de personas) ingerirían menos de tres comidas al día.
Inestabilidad política
Sin embargo, para Nicolás Maduro las protestas por el corte de energía que hoy invaden gran parte de Venezuela, sólo son una estrategia de sus opositores. "Llamo a todo el pueblo a que repudie a los violentos, aislemos a los violentos, que les caigamos y vayan presos todos", instó hablando a sus adherentes, en el marco de la constante tensión entre el Gobierno y el Parlamento, de mayoría opositora.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acusa al Ejecutivo de corrupción y de malgastar los recursos del país. Incluso, este jueves, la Asamblea Nacional aprobó la destitución del ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, tras adjudicarle la responsabilidad de la escasez de alimentos. "Estamos ante la peor emergencia alimentaria de la historia de Venezuela", afirmó el asambleísta Ismael García. "Al ministro no lo remueve nadie", respondió -por su parte- el Mandatario.
Paralelamente, la MUD logró recoger 1,1 millones de firmas, cinco veces más de las requeridas por la autoridad electoral como primera instancia para activar el proceso de referendo revocatorio en contra del jefe de Estado. En una segunda instancia, la oposición deberá reunir cerca de cuatro millones de rubricas más para que se convoque a la anhelada consulta popular.
A pesar de los conflictos en las calles, la crisis económica y de las maniobras opositoras por sacarlo del poder, el heredero del régimen chavista, Nicolás Maduro, mantiene inalterable su posición. "La revolución aquí se va a continuar y va a tener a este Presidente por lo menos hasta el 2018".
