ALEPO.- Nuevos bombardeos sembraron la muerte este viernes en Alepo, dejando a más de 20 civiles fallecidos, mientras en otros frentes de Siria un acuerdo ruso-estadounidense para reducir la tensión debía entrar en vigor en las próximas horas.
El ataque realizado por la aviación del régimen alcanzó una clínica en la zona rebelde de Alepo, la segunda ciudad siria.
Los bombardeos se producen con el país aún conmocionado por las decenas de muertos causadas en un ataque aéreo contra un hospital, en el que colaboraba Médicos Sin Fronteras, un acto que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon calificó de "imperdonable".
"La tierra temblaba bajo nuestros pies", explicó este viernes un vecino del popular barrio de Bustan al Qasr. "Los bombardeos no cesaron durante toda la noche, no pudimos pegar ojo", comentó.
La agencia AFP constató que la clínica que fue alcanzada por los bombardeos, en el barrio de Al Marja, se encuentra ahora medio destruida y con el material médico por los suelos. "Es un establecimiento al servicio de los civiles, no hay presencia militar aquí", afirmó su director, Hasan al Ahmad.
Para los habitantes de Alepo, la tregua entre el régimen y los rebeldes impuesta por Rusia y Estados Unidos a finales de febrero no parece más que un lejano recuerdo. Más de 200 civiles murieron en una semana en los bombardeos que alcanzaron la gran ciudad del norte, dividida desde 2012.
Oraciones suspendidas
Por miedo a nuevos bombardeos, la oración del viernes fue suspendida por primera vez en los barrios rebeldes, según una instancia religiosa.
Esta decisión fue tomada al día siguiente de la peor jornada desde la ruptura del alto el fuego en Alepo hace una semana, con 54 civiles muertos, según un nuevo balance del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (OSDH).
Al menos 32 de ellos, entre ellos tres niños, murieron en bombardeos del régimen, la mayoría en el ocurrido en el hospital Al Quds. Otras 22 personas murieron por disparos rebeldes.
Para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Alepo se encuentra "a las puertas de un desastre humanitario". "Allá donde estén, pueden escuchar las mortales explosiones, los bombardeos y el vuelo de los aviones", según Valter Gros, el representante del CICR en la ciudad. "Los habitantes viven al filo de la navaja. Todos temen por su vida", advirtió.
La tregua
Frente a esta matanza, el enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, instó a Rusia y a Estados Unidos, los propulsores de la tregua en vigor el 27 de febrero, a tomar "una iniciativa urgente" para hacer respetar de nuevo el alto el fuego.
Unas horas más tarde, un acuerdo ruso-estadounidense fue anunciado para permitir la entrada en vigor de un "proceso de tregua" el sábado por la mañana en dos frentes, pero no en Alepo, según fuentes sirias y rusas.
"A partir del sábado a la 1:00 de la noche (22H00 GMT), entra en vigor una tregua que incluye las regiones de la Guta oriental y Damasco y las del norte de la provincia de Latakia", anunció el mando del ejército sirio.
Una fuente de seguridad siria afirmó que Estados Unidos pidió que Alepo estuviera incluida en el acuerdo, "pero los rusos lo rechazaron".