BRUSELAS.- Una filtración de 248 páginas de documentos sobre las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos sobre un Acuerdo de Libre Comercio y de Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) revela por primera vez la posición de Washington e "intentos deliberados de cambiar el proceso legislativo y democrático de la Unión", según Greenpeace.
Greenpeace Holanda obtuvo los documentos confidenciales, y los publicará mañana, a fin de proporcionar "una muy necesaria transparencia" sobre las negociaciones e "incentivar un debate informado" sobre el tratado, indicó en un comunicado.
La organización ecologista señala que los documentos confirman "importantes riesgos para el clima, el medioambiente y la protección del consumidor".
Así, protecciones medioambientales de larga tradición en la Unión Europea parecen haber desaparecido de las negociaciones, según Greenpeace.
En "ninguno de los capítulos (...) se hace referencia a la regla de excepción general incluida en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que permite a los países regular el comercio "para proteger la vida o la salud de seres humanos, animales y plantas" o "para la conservación de los recursos naturales", indicó la organización.
También señalaron la omisión de esta regla pues "sugiere que ambas partes crean un régimen que pone el beneficio por delante de la vida y la salud de los humanos, animales y plantas".
En cuanto al clima, Greenpeace también aseguró que la protección del medioambiente será más difícil con el TTIP, dado que "no se puede encontrar nada apuntando a la protección del clima" en los documentos, ni tampoco una referencia al acuerdo COP21 de París.
Esta propuesta dejaría fuera la posibilidad de regular la importación de combustibles intensivos en CO2 como el petróleo de arenas bituminosas, señaló Greenpeace.
También indicó que el principio de precaución de la Unión Europea, mencionado en el Tratado de Funcionamiento de la Unión "no está recogido" en ninguno de los capítulos filtrados.
Este principio pretende garantizar un elevado nivel de protección del medio ambiente mediante tomas de decisión preventivas en caso de riesgo, aunque en la práctica su ámbito es más amplio y se extiende a la política de los consumidores, a la legislación europea relativa a los alimentos, a la salud humana, animal y vegetal.
Otro elemento que destaca Greenpeace es que las empresas y grupos de presión reciben en el texto "oportunidades para participar en la toma de decisiones para intervenir en las fases más tempranas" del proceso.
Los documentos indican que la Unión Europea no ha sido franca con respecto al elevado grado de influencia de la industria, dado que un reciente informe público solo contiene una mención menor a la consulta a la industria, mientras que los textos filtrados "hablan repetidamente sobre la necesidad de consultar con la industria y mencionan explícitamente cómo se ha recogido la opinión de la misma".
Estados Unidos, señala Greenpeace, mostró interés, pero se apresuró en apuntar que tendría que consultar con su industria con respecto a algunos productos", como la agricultura.