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Rousseff y situación de Latinoamérica: "Élites están sustituyendo golpes militares por golpes parlamentarios"

La Presidenta de Brasil reiteró que su posible destitución es antidemocrática y que no tiene ningún tipo de "base jurídica".

06 de Mayo de 2016 | 07:14 | AFP
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EFE (archivo)
CARACAS.- La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó este jueves que "las élites están sustituyendo golpes militares por golpes parlamentarios" en América Latina, durante una entrevista concedida a la cadena televisiva Telesur.

"Se está sustituyendo el método del golpe militar por otro tipo de golpe. Está en marcha en América Latina, y tenemos el reto común que son los golpes parlamentarios", dijo la Mandataria, que enfrenta un proceso de destitución en el Congreso brasileño.

Rousseff señaló que los gobiernos de corte progresista han podido arribar al poder por la vía electoral, pero resaltó que se observan en la región "conflictos entre el Ejecutivo y el Legislativo que provoca disconformidad en ciertos sectores", y que desembocan en mecanismos políticos "aparentemente democráticos".

La cuestionada Presidenta subrayó que su posible destitución "no es un golpe solo contra la democracia, sino contra los procesos de inclusión social en América Latina" y que, a su juicio, contenían políticas que daban fomentaban el crecimiento y el desarrollo.

También insistió en que su posible destitución "no tiene base jurídica", pues "no he cometido delitos de corrupción", sino que se le acusa por asuntos de "administración presupuestaria que no son base para alejar a un presidente".

Denunció que "hay un intento de alcanzar el Gobierno no a través de las vías electorales".

La Cámara de Diputados brasileña ya se pronunció a favor de abrir el proceso de destitución el pasado 17 de abril, y ahora le corresponde al Senado pronunciarse, algo que podría ocurrir a mediados de este mes.

A Dilma Rousseff se le reprocha haber maquillado las cuentas públicas para ocultar el déficit presupuestario.

Si los senadores aprueban la apertura formal del proceso, Dilma Rousseff tendría que apartarse del poder 180 días a la espera de su dictamen, período en el que sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, que pertenece a una fuerza política que abandonó la coalición de gobierno y al que la presidenta acusa de traición.
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