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Trump lo hace de nuevo: acusó a Hillary Clinton de ser "cómplice" de las infidelidades de su marido

"No voy a conducir una campaña rastrera. Voy a desarrollar una campaña sobre los temas que importan", le respondió la ex secretaria de Estado.

08 de Mayo de 2016 | 22:34 | AFP
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AP
WASHINGTON.- El probable candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump adoptó un nuevo y controvertido ángulo de ataque contra su eventual rival demócrata Hillary Clinton, al acusarla de haber sido "cómplice" de las infidelidades conyugales de su marido, el ex presidente Bill Clinton.

Afirmaciones de este tipo "son parte del juego" político a partir del momento en que los Clinton se muestran juntos en la campaña presidencial, se justificó el magnate populista durante una entrevista difundida este domingo por la cadena ABC.

"Se casó con un hombre que ha sido el peor agresor de mujeres de la historia política. Se casó con un hombre que hizo sufrir a muchas mujeres", había dicho un día antes en el estado de Washington (noroeste).

"Y Hillary ha sido cómplice, trató a esas mujeres de manera terrible", agregó. "Algunas de esas mujeres fueron destrozadas, no por él sino por ella, por la manera en que ella las trató", sostuvo el hombre de negocios.

Trump había lanzado acusaciones similares durante un acto desarrollado en la noche del viernes en el vecino estado de Oregon, cuando afirmó que Hillary Clinton "fue una cómplice extremadamente malvada" de las relaciones extramaritales de Bill.

Con estas declaraciones, Trump logró una vez más captar la atención mediática, ya que tanto los canales de todo el país como las redes sociales se hicieron eco de sus afirmaciones durante todo el fin de semana.

"No voy a conducir una campaña rastrera. Voy a desarrollar una campaña sobre los temas que importan", dijo por su lado la ex secretaria de Estado en una entrevista difundida por CBS.

"Peligro público"


Clinton no se privó de todas maneras de reiterar ciertas críticas frontales a su rival, al que calificó de "peligro público".

Este nuevo terreno de enfrentamiento personal, propicio a los golpes bajos, es sin embargo un ejemplo de la estrategia adoptada por Trump para ganarse el voto femenino, que desconfía de un político conocido por sus declaraciones misóginas.

Trump pretende dejar mal parada a la casi segura postulante demócrata ante las mujeres, presentándola como insensible a sus sufrimientos, pero también desgastar la imagen de la ex jefa de la diplomacia estadounidense, asociándola directamente al escándalo del caso Monica Lewinsky, que le valió a Bill Clinton un juicio político en el Congreso que finalmente pudo sortear.

No es la primera vez que insinúa que las amantes de Bill Clinton han sufrido por la actitud de Hillary, pero el multimillonario empresario parece intentar convertir al tema en argumento de campaña.

Ahora que se ha prácticamente asegurado la candidatura de su partido para las elecciones de noviembre, Trump ha dado ciertas señales de que pretende matizar su discurso, tachado de "radical" por algunos de sus rivales en las primarias, con el fin de unificar a un Partido Republicano en plena crisis existencial.

En la misma entrevista en ABC, por ejemplo, dio a entender que podría finalmente aumentar los impuestos a los más ricos, al afirmar que su programa fiscal aún no está acabado.

"Yo estoy listo para pagar más. ¿Y sabe qué? Los ricos están listos para pagar más", dijo cuando fue interrogado acerca de su programa fiscal.

"Voy a asegurarme de que la clase media obtenga una buena reducción de sus impuestos", indicó. "Pelearé muy fuertemente en favor de las empresas, (pero) para los ricos pienso sinceramente que los impuestos aumentarán".

Con la mano tendida


Aun así, su gusto por los ataques personales, un recurso que utilizó exitosamente durante las primarias republicanas contra "el debilucho Jeb", "el pequeño Marco" y "el mentiroso Ted" (por Jeb Bush, Marco Rubio y Ted Cruz), y que ahora emplea contra Hillary Clinton, parece ser una segunda piel de Trump.

Algunos dirigentes republicanos no lo toleran y ya han manifestado que no lo respaldarán, una situación que Clinton intentará explotar, de acuerdo a lo que dio a entender este domingo.

"Evidentemente, tiendo la mano a demócratas, a republicanos, a independientes, a todos los votantes que quieren a un candidato que realice una campaña centrada en los problemas", dijo Clinton en CBS.

"Recibí muchas solicitudes de republicanos estos últimos días, que están interesados en hablar", agregó la aspirante de 69 años.

Un número creciente de dirigentes republicanos de primera línea se sumó, desde la victoria del magnate inmobiliario el martes en Indiana y el abandono de sus últimos rivales, al movimiento "Cualquiera menos Trump", entre ellos el candidato presidencial del partido en 2012, Mitt Romney, y los dos últimos presidentes republicanos, George W. Bush y su padre, George H.W. Bush.
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