GINEBRA.- El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, exigió a las autoridades turcas a que permitan una investigación independiente que verifique si las fuerzas gubernamentales son responsables del incremento de la violencia en el sudeste del país.
Esta petición por parte del alto comisionado se produce después de que la oficina de la ONU haya recibido una "sucesión de alarmantes informes" que documentan las supuestas violaciones cometidas por los militares y las fuerzas de seguridad turcas en los últimos meses en esa zona.
"Más y más información ha estado emergiendo desde varias fuentes verídicas sobre las acciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad en el pueblo de Cizre durante los toques de queda entre mediados de diciembre y hasta principios de marzo. Y aunque los hechos aún no están claros, la situación parece extremadamente alarmante", dijo Zeid.
El representante de la ONU reiteró que condena la violencia cometida por los grupos opositores.
"Condeno firmemente la violencia y otros actos inmorales cometidos por las juventudes y otros grupos no estatales, supuestamente afiliados al PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) en Cizre y en otras zonas, y lamento cualquier pérdida de vida que resulte de un acto terrorista, no importa dónde haya ocurrido", subrayó.
"En cualquier caso, mientras Turquía tiene el deber de proteger a su población de los actos violentos, es esencial que las autoridades respeten los derechos humanos en todo momento, incluso mientras se realizan operaciones de seguridad o contra terrorismo", explicó el jefe de derechos humanos de la ONU.
Y agregó que "hay que vigilar que se respeten las leyes internacionales que prohíben la tortura, los asesinatos extrajudiciales, el uso desproporcionado de la fuerza letal y las detenciones arbitrarias".
El alto comisionado explicó que había recibido informes que denunciaban que civiles desarmados -incluyendo mujeres y niños- habían sido atacados deliberadamente por francotiradores y por tanques y otros vehículos militares.
"Asimismo parece que hay una masiva y desproporcionada destrucción de la propiedad comunal, así como arrestos, tortura, o casos en los que no se permitió a las ambulancias asistir a los heridos", dijo.
Además añadió que a todos estos hechos se les suma un gran desplazamiento de personas debido a los toques de queda, los ataques, los asesinatos y los arrestos en muchas zonas del sudeste.
Zeid mostró su consternación y señaló que es necesario que investigadores independientes, así como personal de Naciones Unidas, accedan a la zona, que actualmente es inaccesible por la alta presencia militar y de seguridad.