MOSCÚ.- Rusia denunció este jueves como una "amenaza para su seguridad" la entrada en funcionamiento del sistema de defensa antimisiles estadounidense en Rumania, destinado a integrarse en el proyecto más amplio de escudo antimisiles de la OTAN.
"Lo decimos desde el principio (...) estamos convencidos: el despliegue del sistema antimisiles es de por sí una amenaza para la seguridad de Rusia", declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Washington presenta este proyecto, lanzado en 2010, como una protección contra Irán o Corea del Norte pero Moscú lo considera dirigido contra su capacidad de disuasión nuclear. Es uno de los grandes temas de discordia entre Rusia y la OTAN desde hace varios años.
"El Presidente Putin se ha preguntado en numerosas ocasiones contra quién está dirigido este sistema (...) La situación con Irán ha cambiado drásticamente pero el tema sigue de actualidad", prosiguió Peskov en referencia al acuerdo nuclear con Irán de julio de 2015.
Formado por misiles interceptores SM-2, este sistema defensivo está situado en Deveselu, en el sur de Rumania. Forma parte de la segunda fase del proyecto de escudo antimisiles estadounidense tras el despliegue de un radar en Turquía y de cuatro destructores Aegis en Rota (España).
La tercera fase consistirá en instalar un sistema de defensa antimisiles en Polonia. Las obras en Redzikowo, que comienzan el viernes, deberían estar terminadas a finales de 2018.
"Todo esto está al 100%, 200%, 300%, 1.000% dirigido en contra de nosotros. No es Irán sino Rusia y su capacidad de disuasión nuclear" el objetivo, había dicho poco antes el presidente de la comisión de Defensa del parlamento ruso, Vladimir Komoyedov.
"Somos capaces de superar este sistema antimisiles. Vamos a reforzar nuestras capacidades defensivas, principalmente en la región del Ártico desplegando nuestros sistemas de detección e intercepción", prometió.