SANTIAGO.- La suspendida Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, habló por primera vez en público tras la decisión del Senado de aprobar la apertura de un juicio político en su contra, insistiendo en su inocencia y que no cometió delito alguno que sea objeto de este proceso.
Durante una conferencia de prensa ofrecida en el Palacio presidencial de Planalto y escoltada por su gabinete, la Mandataria partió diciendo que "fui electa presidenta por 54 millones de ciudadanos y ciudadanas brasileños, y es en esta situación que me dirijo a ustedes en este momento decisivo para la democracia brasileña y para nuestro futuro como nación".
En este sentido, sostuvo que "lo que está en juego en este proceso de impeachment no es solamente mi mandato. Lo que está en juego es el respeto a las urnas, el respeto a la voluntad soberana del pueblo brasileño y la Constitución. Lo que está en juego son las conquistas de los últimos 13 años".
"Lo que está en juego es el futuro de Brasil, la oportunidad y la esperanza de avanzar siempre más", agregó.
Así, respecto al proceso en su contra que sigue avanzando, la Mandataria aseguró que se trata de un juicio "fraudulento, un golpe de verdad", ya que "pese a que fui electa, parte de la oposición informada pidió que se recontaran los votos, trató de anular las elecciones, después empezó a conspirar abiertamente a favor del juicio político, sumergiendo al país "en un estado permanente de inestabilidad política".
"Cuando una presidenta electa tiene un impeachment acusada por un crimen que no cometió, el nombre que tiene esto en el mundo democrático no es impeachment, es golpe. No cometí crímenes de irresponsabilidad, no existen motivos para el proceso de impeachment", recalcó.
Es por ello que calificó este proceso de "injusto": "No existe injusticia peor que condenar a un inocente. La injusticia cometida es un mal irreparable", recalcó.
"Pude haber cometido errores, pero no cometí crímenes y estoy siendo juzgada de manera injusta por haber hecho lo que la ley me autorizaba a hacer. Los actos que practiqué fueron legales, correctos, actos necesarios, de gobierno. Actos idénticos fueron realizados por los presidentes que me antecedieron. No era crimen en su época, como no lo es en este momento", agregó.
"Jamás en una democracia el mandato legítimo de un presidente electo podrá ser interrumpido debido a actos legítimos de ejecución presupuestaria. Brasil no puede ser el primero en hacer esto", sentenció.
Mantenerse en la lucha
De todos modos, Rousseff afirmó que se mantendrá en lucha para buscar impedir este juicio político en su contra, al mismo tiempo que hizo un llamado a los brasileños a continuar en pie.
"Tengo orgullo de ser la primera mujer electa presidente de Brasil, en estos años ejercí mi mandato de manera digna y honesta, honrando los votos que recibí. En nombre de estos votos y en nombre de todos en el país voy a luchar con todos los instrumentos legales para ejercer mi mandato hasta el fin, hasta el 31 de diciembre de 2018", sostuvo.
De la misma forma, la suspendida Presidenta brasileña advirtió que no se dejará vencer: "Luché toda mi vida por la democracia, aprendí a confiar en la capacidad de lucha de nuestro pueblo. Ya viví grandes derrotas y victorias, y confieso que nunca creí que tenía que luchar de nuevo contra un golpe de Estado en mi país", indicó.
Así, afirmó que está confiada en que "nuestra población sabrá decirle no al golpe", al mismo tiempo que le pidió a los brasileños que "sigan movilizados, unidos y en paz".
"La lucha por la democracia no tiene fecha de término. Es una lucha permanente que exige de nosotros una constante dedicación. La lucha contra el golpe es larga, es una lucha que tenemos que vencer, y vamos a vencerla. Esta victoria depende de todos nosotros", cerró.