SANTIAGO.- Tras la suspensión de la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, por parte del Senado, las
reacciones desde diferentes partes del mundo fueron variadas. Así, la palabra "preocupación" se leyó con frecuencia en los comunicados de los diversos gobiernos, donde varios demostraron su repudio al hecho. Sin embargo, la declaración argentina llamó bastante la atención.
En un comunicado, la Casa Rosada expresó que "respeta el proceso institucional que se está desarrollando en Brasil y confía en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña".
"El gobierno argentino continuará dialogando con las autoridades constituidas a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional", agrega el Ejecutivo trasandino, dejando en claro su distanciamiento del tema y su postura de no interferir en la situación brasileña ni menos avalar la teoría de un golpe de Estado contra Rousseff.
De esta forma, según sostiene el diario argentino La Nación, este episodio despertó las ganas del Presidente Mauricio Macri de asumir el liderazgo en Sudamérica tras la salida de Rousseff, alejándose también de la línea más izquierdista de la región y marcar "el ritmo de las relaciones internas".
Pero esas ansias disimuladas en el comunicado del gobierno trasandino las explicitó el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, en una reunión con empresarios de su país. De acuerdo al mismo medio, el secretario de Estado aseguró que la crisis de Brasil "es una oportunidad para refundar el Mercosur", y aseguró que en ese país "van a entender que su manera de integrarse al mundo no puede ser de manera individual".
Con este nuevo escenario, la Casa Rosada buscará imponerse en el Mercosur, potenciar su "reformulación" e implementar temas como un viraje hacia la Alianza del Pacífico (compuesta por Chile, México, Perú y Colombia), de corte mucho más neoliberal.
Molestia en el gobierno
De todos modos, las palabras del ministro Prat-Gay causaron molestia en el ala más política de la Casa Rosada, pese a que opinan lo mismo respecto al nuevo liderazgo que debe tomar Argentina, según asegura La Nación. "Los funcionarios de Economía nunca van a entender de política y meten la pata", dijo un miembro del gobierno trasandino a ese medio.
Esto, porque los dichos del ministro de Hacienda se contraponen con la mesura reflejada en el comunicado de la Cancillería argentina.
Además, en el Gobierno de Macri creen que, de obtener un liderazgo regional, este no servirá si no se sustenta con una economía estable, por lo que ahora la preocupación mayor es el efecto negativo que podría tener la crisis brasileña en la economía argentina.
