SANTIAGO.- Venezuela en estos momentos vive una profunda crisis económica, política y social que, sin dudas, ha dejado huella y se ha expandido a otros aspectos. Con un país polarizado y un gobierno que ha sumado críticas tanto a nivel interno como también en el extranjero, los problemas han crecido y se han agravado cada vez más.
Al complejo desabastecimiento que hay en el comercio local, se suma la crisis energética, que obligó al Presidente Nicolás Maduro a tomar medidas como decretar cortes de electricidad, cambios de hora y reducir la semana laboral de los trabajadores públicos a sólo dos días, para poder ahorrar. Pero con ello, han aparecido problemas como saqueos y el crecimiento de la delincuencia, entre otros.
Y fue eso lo que pasó también con la salud pública, como lo pudo evidenciar un reportaje de The New York Times publicado el domingo junto a fotos que evidencian la gran precariedad de los hospitales venezolanos y la triste realidad de los pacientes, donde ya varios han muerto por la escasez de recursos que permitan salvar su vida.
Así, los cortes de energía han provocado, por ejemplo, que los respiradores dejen de funcionar. De acuerdo a la publicación, en una sala de maternidad los médicos estuvieron durante horas asistiendo a los recién nacidos enfermos bombeando manualmente aire a sus pulmones. El resultado fue devastador: cuatro guaguas muertas durante la noche, que se sumaron a los tres de la mañana que ya habían fallecido.
Y esto queda reflejado en el testimonio de la doctora Osleidy Camejo, que trabaja en un hospital de Caracas: "La muerte de un bebé es nuestro pan de cada día".
De acuerdo al medio estadounidense, la tasa de mortalidad entre los recién nacidos en los hospitales públicos aumentó más de 100 veces: en 2015 superó el 2%, mientras que hace tres años registraba un 0,02%.
Además, en el reportaje se retratan problemas como la falta de antibióticos, soluciones intravenosas y alimentos.
"Las salas de los hospitales se han convertido en crisoles donde convergen las fuerzas que desangran a Venezuela. Los guantes y el jabón han desaparecido de algunos hospitales. A menudo, los medicamentos para el cáncer solo se encuentran en el mercado negro", dice la publicación.
Otro ejemplo se da en el hospital de la ciudad de Barcelona, donde algunos pacientes se encuentran en el suelo en charcos de su propia sangre, ante la falta de camillas. "Son hospitales de campaña en un país donde no hay guerra", asegura el New York Times.
Incluso, ahí un médico debió registrar los datos de un paciente en la parte posterior de una cuenta bancaria sacada de un tarro de la basura, ante la falta de papel. A esto se suma la falta de materiales para imprimir los rayos X, por lo que los pacientes deben tomar una foto con sus teléfonos para mostrársela al médico.
Realidades que se extienden por varios hospitales de Venezuela, y que al parecer, aún están lejos de ser solucionadas.