CARACAS.- Los cuerpos de seguridad de Venezuela terminaron hoy con varias de las marchas convocadas por la oposición que pretendían llegar hasta las sedes del Poder Electoral para presionar a las autoridades a que cumplan con celeridad los lapsos para un referendo que pueda revocar el mandato de Nicolás Maduro.
Al menos en cinco ciudades del país funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y de la Guardia Nacional (GNB) dispersaron las marchas que pretendían llegar hasta el Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE).
En Caracas los manifestantes opositores, acompañados de los principales líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fueron dispersados con gases lacrimógenos luego de que insistieran en su intento por marchar, sin permiso, hasta el municipio Libertador, sin que se registraran mayores daños.
En la ciudad de Mérida, a unos 700 kilómetros de la capital venezolana, se registraron, según los voceros de la MUD, algunos heridos por disparos de perdigón tras las acciones de los cuerpos de seguridad por disolver la manifestación que, al igual que la de la capital venezolana, fue convocada en 23 ciudades del país.
En los estados Carabobo, Barinas, Zulia, Mérida, y Nueva Esparta se registraron eventos similares, sin que hasta el momento se conozca un saldo de los daños.
La marcha de Caracas se hizo pese a que durante los últimos días las autoridades, entre ellos el propio Maduro, advirtieron que estaba prohibido que la marcha avanzara hasta ese territorio, gobernado por el chavismo.
El Gobierno sostiene que los opositores intentan con estas marchas promover la violencia en el país y general un clima de caos.
Esta es la tercera manifestación nacional que hacen los opositores sobre el referendo revocatorio, uno que según el Ejecutivo no tiene "viabilidad".
Los opositores intentan lograr que el CNE empiece cuanto antes el trámite de verificación de las casi dos millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo a las autoridades como respaldo del revocatorio presidencial, un paso fundamental para que el Poder Electoral inicie el proceso.
Lo que apremia a la oposición es que la legislación establece que si el jefe de Estado es cesado de su cargo durante los dos últimos años de su Gobierno será sustituido por su vicepresidente, pero si el cese de sus funciones se da en la mitad de su periodo deberán convocar a nuevas elecciones, momento justo en el que se encuentra el actual mandato de Maduro.