BRUSELAS.- Bélgica recordó el doble atentado del 22 de marzo en el que fallecieron 32 personas y resultaron heridas otras 300, con un mensaje de unidad pero también con el de la necesidad de corregir errores.
Dos meses después del atentado terrorista en el aeropuerto internacional y una estación de metro de Bruselas, los reyes Felipe y Matilde, así como el Gobierno federal encabezado por el liberal Charles Michel, homenajearon a las víctimas y agradecieron al personal de emergencia sus esfuerzos por salvar vidas.
A la ceremonia que se realizó en el Palacio Real acudieron entre 500 y 600 personas, entre ellas las familias de las víctimas y de los heridos, personal de las fuerzas de seguridad y de los servicios de emergencia.
El rey Felipe valoró que la respuesta de la sociedad belga a los atentados no haya sido el odio, sino la solidaridad y "la responsabilidad y la unidad".
En un mensaje de cierta autocrítica, abogó para que Bélgica "continúe construyendo puentes" y por "corregir nuestras debilidades" y "crear juntos un mundo mejor".
Bélgica ha sido duramente criticada por no haber podido evitar los atentados pese a haber contado previamente con informaciones sobre algunos de los terroristas.
Michel pidió en su discurso "no volvernos los unos contra los otros, sino estar unidos y fuertes". "Esto no es una guerra contra el islám. Haremos todo lo que podamos para parar a los terroristas. Es una lucha difícil que tomará tiempo y habrá éxitos y retrocesos, pero tengo toda la confianza en que lo conseguiremos", afirmó.
Fuera del Palacio, cientos de personas depositaron flores, banderas, mensajes y velas delante de las escaleras, pocos días después de que las autoridades limpiaran la "alfombra de la solidaridad".
Parte de los mensajes que se acumularon a lo largo de dos meses en ese memorial se guardarán en los archivos de la capital.